Se adapta el operativo a las exigencias de la emergencia sanitaria
El Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia ( Pladiga 2020) tiene como objetivo general el de reducir al máximo posible, teniendo en consideración los recursos disponibles, las consecuencias ecológicas, económicas y sociales producidas por los incendios forestales en nuestra comunidad.
El Pladiga 2020 mantiene, en líneas generales, el esfuerzo en materia de medios y personal de lucha contra el fuego, incorporando algunas novedades importantes, como son su adaptación a las condiciones establecidas por la emergencia sanitaria a causa de la covid-19 y, especialmente, la implementación de un completo y detallado plan de prevención. Así, el dispositivo humano es muy semejante al de años anteriores, pero con mayor presencia temporal de los efectivos sobre el territorio, ya que el personal fijo discontinuo permanece desplegado seis meses, uno más que en la anterior campaña.
El operativo está integrado en total por más de 7.000 personas, contabilizando tanto los profesionales propios de la Xunta como los adscritos a otras administraciones, que tienen a su disposición 360 motobombas, entre otros medios terrestres. Con respeto a los medios aéreos, el Pladiga 2020 tiene entre sus novedades la dotación de mayor capacidad de transporte de agua y la incorporación de un total de 12 drones, tanto para vigilancia y disuasión como para prestar apoyo a la extinción.
En lo que respeta a la adaptación del Pladiga a la emergencia sanitaria, el documento tiene en cuenta los protocolos necesarios para permitir el trabajo del personal en condiciones óptimas de seguridad y higiene. Así, se establecieron más de una docena de instrucciones y protocolos para los profesionales del Servicio, con esa finalidad.
En esta línea, hace falta destacar también el esfuerzo realizado por los agentes ambientales y bomberos forestales del Servicio durante la emergencia sanitaria, llevando a cabo más de 7.000 desinfecciones en los exteriores de los centros de salud, residencias de mayores y discapacitados otro tipo de instalaciones, como parte de su colaboración voluntaria para prevenir el contagio del coronavirus. Las desinfecciones se llevaron a cabo de forma recurrente en hasta 200 municipios gallegos con menos de 5.000 habitantes.
Prevención
La prevención ocupó, asimismo, un lugar destacado en el Pladiga 2020, con un plan monográfico que supuso una inversión de 30,5 millones de euros para actuar, con trabajos preventivos, en cerca de 46.000 hectáreas y en casi 5.800 kilómetros de pistas y carreteras. Además, se preveía la construcción de 121 nuevos puntos de agua y el mantenimiento de los 3.207 ya existentes, entre otras medidas.
Así se preveía trabajar en casi 8.400 hectáreas, con diferentes tipos de labores silvícolas, así como mejorar unos 3.100 kilómetros de pistas forestales y adecuar a la normativa de distancias unos 100 km de carreteras y vías de ferrocarril. Además, se hicieron trabajos de mantenimiento en 3.207 puntos de agua.
De esta forma, se llevaron a cabo labores relacionadas con la creación y mejora de cortafuegos y fajas auxiliares, con la mejora y mantenimiento de pistas en el monte o con la eliminación de residuos forestales. Asimismo, se supervisó el estado de los puntos de agua y se hicieron labores de desbroce mecanizada arrastrada, desbroce manual y desbroce mecanizado de brazo.
Las actuaciones recogidas en este plan se realizaron por una parte en montes y terrenos forestales y, por otra, en las fajas secundarias de gestión de biomasa, las de los 50 metros de terreno rústico más próximas a las viviendas. Todo esto, de acuerdo con los deberes establecidos en la Ley de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia.
En lo que alcanza a las subvenciones para la prevención de los daños causados por fuegos, desastres naturales y catástrofes en montes vecinales en común y en sociedades de fomento forestal ( Sofor), este plan preventivo trabajó en el control selectivo de combustible en casi 9.700 hectáreas, así como en la construcción de un total de 121 puntos de agua.
Por otra, parte, en lo que se refiere a los convenios con municipios para su participación y defensa contra incendios forestales, actualmente están suscritos acuerdos con un total de 263 ayuntamientos y 5 mancomunidades. Estos convenios se centran en tres vías de colaboración: la participación mediante la actuación de vehículos motobomba, la realización de tratamientos preventivos de manera mecanizada y la contratación durante tres meses de brigadas para el desarrollo de labores de vigilancia y defensa, así como para la realización de trabajos de prevención mediante el control del combustible de manera manual.
De acuerdo con estos parámetros, dentro de este plan se activaron 251 brigadas municipales, con una superficie de actuación total de cerca de 19.500 hectáreas, sumando los trabajos manuales y los mecanizados. A ellas hace falta añadir las casi 600 hectáreas de actuación preventiva de los Grupos de Emergencia Supramunicipales (GES).
A mayores, en el plan se incluyeron los trabajos propios de las actuaciones preventivas en el marco del convenio de colaboración suscrito entre la Xunta, la Fegamp y Seaga. En este sentido, toda vez que los ayuntamientos adheridos a este acuerdo son 259, más 4 que solicitaron sumarse, potencialmente se pudieron llevar a cabo ejecuciones subsidiarias en casi 2.600 hectáreas y actuaciones de gestión de biomasa en vías de titularidad municipal hasta en un total de 2.590 km en toda Galicia. Asimismo, en las parroquias priorizadas dentro de este convenio se actuará en otras 5.300 hectáreas a lo largo de este año.
Actuaciones complementarias
De manera complementaria a esta planificación, se contemplan también otras iniciativas que inciden, asimismo, en la anticipación a los fuegos, como son la dotación de material y vehículos, el plan de pastos, la silvicultura preventiva, las aldeas modelo o los polígonos agroforestales y que en su conjunto suponen una inversión de más de 33 millones de euros.
En lo que alcanza a la dotación material, la Xunta sigue con la adquisición y mantenimiento de motobombas, la construcción y arreglos en las emisoras y bases aéreas, el alquiler de vehículos para brigadas y agentes y diferentes equipaciones y herramientas.
De manera paralela, el Ejecutivo gallego puso en marcha el Plan de pastoreo de Galicia, con el objetivo de fomentar la ordenación y puesta en valor de los pastos de la comunidad para un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, al tiempo que se trabaja en la anticipación a los incendios forestales. La iniciativa contempla hasta 2.250 hectáreas que se recuperarán, con el fin de dotar a las explotaciones de más base territorial y contribuir a hacer rentable la actividad agroganadera, con el consiguiente apoyo a la remuda generacional en el campo y al mantenimiento de la población en el rural.
A mayores, se contribuye al equilibrio y sostenibilidad ambiental, no solo por el cuidado de los pastos sino también porque la mayor parte de las ganaderías que hacen uso del pastoreo en los montes vecinales son ganado de producción de carne de manera sostenible y con razas autóctonas.
Con respeto a las iniciativas de movilización de tierras, destacan las aldeas modelo y los polígonos agroforestales, con actuaciones en zonas en abandono o infrautilización de alta o especial capacidad productiva para uno o varios cultivos o aprovechamientos. En el caso de las aldeas modelo, se ejecuta la limpieza de las franjas alrededor de las viviendas, eliminando maleza, eucalipto y acacia y se establece en esa franja actividad agroganadera, con el objeto de que constituya un cortafuegos natural frente el fuego. La previsión es de aprobar unas 25 aldeas modelo en toda Galicia a lo largo de este año.
Por último, en lo que alcanza a la silvicultura preventiva, en este 2020 se incide en la prevención de los daños causados por los incendios o desastres naturales y, por otra parte, incrementar la capacidad de adaptación y el valor ambiental de los ecosistemas forestales.
Actividad incendiaria
Dentro del Pladiga 2020 se actualiza también la información relativa a las Parroquias de Alta Actividad Incendiaria ( PAAI). En este caso, el número de ellas se reduce este año en más del 60%, al pasar de las 71 existentes en el 2019 a 28 este año. Esta cifra se ajusta cada año en función de criterios técnicos, relacionados o bien con el número de fuegos registrados en estas parroquias o bien con su virulencia.
En cuanto a las mejoras tecnológicas, el Pladiga 2020 potencia las aplicaciones informáticas con las que cuenta el personal del servicio para la lucha contra el fuego. Así, se integran nuevas funcionalidades, como la visualización actualizada de imágenes vía satélite, la compartición de pantalla entre varios usuarios o la implementación de shapes (formas, siluetas) provisionales de evolución del fuego.
Además, también se contará con información en tiempo real, para la gestión de un incendio sobre el territorio, en las propias tablets de las que disponen actualmente los agentes y técnicos.
Se incluyen datos cartográficos actualizados como puntos de agua, límites administrativos o espacios protegidos, así como busca de topónimos y puntos kilométricos, localización GPS de los recursos asignados, rutas de acceso seguidas por los primeros recursos en llegar, información de la evolución del fuego y fotografía georreferenciado o capacidades de edición para indicar puntos de encuentro, cortafuegos, perímetros provisionales del fuego etc.