Ola Ferrol-Empresa cultural, Francisco Vila, Luz Pozo y la plaza de Armas

Carlos Barcón, Miembro de la Asoc. Española de Críticos de Arte.

ABANCA,  TAMBIÉN EMPRESA CULTURAL

Quienes desde hace muchos años, vivimos a la sombra azul y fecunda del arte, en su dia, hace poco, nos hemos alegrado de saludar y disfrutar de ese céntrico inmueble singular, antes Gobierno Militar, y ahora convertido en Afundación, como centro cultural dedicado al arte en casi todas las facetas. Porque no hemos de olvidar que todo centro/espacio de estas características, se instituye en ventanal abierto al ámbito y dominio de la Cultura.

Y es que al contemplar una obra de arte, al recrearse en ella, el hombre recobra su dimensión humana, recuerda lo mejor que hay en él y se reconcilia con la entera realidad. De esta manera el sentimiento estético termina siendo uno de los mejores estímulos del sentimiento humano, de la capacidad de percibir en profundidad y de proyectar con creatividad.

Por otro lado, si siempre fueron, y siguen siendo, en algunos casos, los necesarios mecenazgos, personalidad ayer en el príncipe y hoy en la empresa, «empresa cultural», podemos felicitar a esa «empresa» hoy denominada Abanca, que no solo se ocupa de este tema cultural/artístico, sino que ofrece mayores posibilidades de atención al público en general y al ferrolano en particular, al mantener abiertos más de una docena de locales, que ahora incrementa con uno especial, de singular atractivo urbanístico y de grato recuerdo, sobre todo, personal.

Abanca desde hace pocos días, se ha hecho con el magnifico local del Banco Caixa Geral de Depósitos,-antes Banco de Simeón– sito en la calle de la Iglesia, frente a Correos y Teatro Jofre, espléndida zona de paso y confluencia de gentes, donde uno mismo , a petición de su recordado director, activo y profesional, José Luis Gallego, ya fallecido, tuve el privilegio, en mi calidad de organizador, instalando/creando en la parte superior del inmueble, una magnifica y vistosa Sala de Exposiciones, años 1976,77 y 78… con celebración de diferentes muestras como seria la colectiva formada por Xaime Quessada, Arturo Cifuentes o Luis Frias, más tarde exposición de pintura del siglo XIX y otras, con obras de Sorolla, Máximo Ramos, Cecilia Pla, Joaquin Mir, Lucas Villaamil, Francisco Pradilla, Agustín Lardhy, Eduardo Naranjo, Luis Caruncho, Abelenda, Elena Gago, García Ochoa, Laxeiro, Cristóbal Toral, Adriano Paz, Palmeiro, Martínez Novillo,…y algún cuadro a color de Castelao, o el Salón de Otoño/1977 con obras de, entre otros, Eustaquio Segrelles, Theo Huidobro, Campos Gaitia, Vayreda, Pedro Serna, Campos Ugarte,Segarra Codina…o individuales de Paco Rojas, Felipe Criado, Antonio Heredero, Segundo Hevia, Luis Frias …

Una atractiva galería/sala de arte, acondicionada y decorada en cada ocasión con muebles de estilo cedidos gratuitamente por el recordado propietario de Muebles el Hogar. Una sala/espacio céntrico, que quien sabe, pudiera ahora resurgir de nuevo, como espacio dedicado a la cultura y el arte, aspecto éste que muchos ferrolanos ligados a este sector, sabrían posiblemente apreciar y agradecer, máxime teniendo en cuenta que ahora mismo la ciudad está muy escasa de galerías/salas de arte y al contrario, son muchos los artistas que cada día proliferan más en esta ciudad y su comarca, y donde poco lugar tienen para mostrar su obra. Y en esta caso sería bueno porque esta posible galería/espacio se orientaría mucho más que a una alternativa comercial, a ofrecer los posibles caminos para aproximarse y penetrar en la obra de creación artística. Pienso por tanto que sería algo así como caminar en dirección del anti-tiempo, por los días pasados para volver, en sosiego, trayendo de la mano al mecenas. Al hombre del Renacimiento, aquél que mejor que otro alguno supo ver la Pintura y ofrecer sus caudales para el servicio del Arte.

EL CANTO DEL CABURË

​Y mientras mi apreciado amigo, Francisco Vila Fuentes, ese pedazo de poeta, actor, escritor, recitador… pero sobre todo ferrolano, de los que se dicen amante de su Ferrol, aunque resida en A Coruña, me dice que ha tenido que anular la celebración de la V Lareira de Poesía/Música de la SAF, de la que es su delegado de poesía desde hace años, por motivos del coronavirus ese, pero por otro lado me anuncia la próxima presentación, primero en Pontedeume y después en Ferrol, de su nuevo libro de poesía «El Canto del Caburé» magníficamente impreso y editado por Colección Hipocrene de poesía de A Coruña, con dibujo de portada de la artista J. Cardona, con atinado y fluido prólogo de Antón de Santiago, en donde, entre otras cosas, dice: «Si para Goya los sueños de la razón producen monstruos, para Francisco Vila los sueños del amor producen poesía, efusión lírica a través de la que se transfigura el alma del poeta. Y purifica las zonas oscuras de la desazón y el desencanto. En una traslación a la que convida al lector.»

LUZ POZO

Con Maruxa Olavide, Luz Pozo y Argüelles

Y ya metidos en poesía, una ráfaga de recuerdo y cariño, para esa gran poeta que nos ha dejado: Luz Pozo. Y es que si la pintura es poesía muda, y la poesía la pintura que habla… según dijo alguno, en determinados momentos he tenido el privilegio y la satisfacción de hablar con la señora de la poesía, de la elegancia, del sentimiento y que era Luz y que junto a un notable pintor, ya fallecido, pero siempre presente Julio Argüelles y de la también artista Maruxa Olavide, disfrutamos de su grata compañía, y sobre todo de su poesía escrita siempre con el corazón.

LA PLAZA SIN FLORES…

Fot. Galicia Ártabra

El mes de mayo es sobre todo el de las flores. El mes de mayo de este 2020 inauguramos nuestra céntrica Plaza de Armas, o del Carmen o del Marqués de Alborán, que nos ha quedado bastante bien, aunque poco poco vestida y falta del céntrico Obelisco a Churruca, que en un principio, tiempos de Maria Castaña, era fuente pública….

Y aunque bien está la presencia de árboles, uno echa en falta las flores, los jardines, aunque fuesen unos sencillos maceteros, e incluso, aunque seria mucho ya pedir, aquellas palmeras altas y floridas, con sus dátiles, su propio ritmo, sus movimientos…

Y es que cabe en la nostalgia del ayer, recordar esta acogedora Plaza donde uno en su niñez tanto y tanto jugaría, disfrutaria, pues en ella se asentaban los circos, los caballitos, los charlatanes… y sobre todo los distintos juegos de los chavales de entonces.

Pero ahora bienvenida sea esta renovada Plaza que posiblemente podríamos hacerla más acogedora si le añadimos algún detalle decorativo, algún ornamento significativo, especialmente en relación con sus rasgos y su identidad de Ciudad naval y militar.

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