(EP)-Las alrededor de 140 estaciones de tren más pequeñas del país vuelven desde este miércoles a tener servicio de venta presencial de billetes en taquilla, si bien de forma provisional, hasta el próximo 31 de marzo. Entre ellas, se encuentra ocho en Galicia: Guillarei, Redondela, O Carballiño, Sarria, Ribadavia, Ortigueira, Burela y Viveiro.
Adif se ha comprometido a seguir prestando este servicio de forma temporal hasta esta fecha en tanto Renfe se organiza para, en su caso, asumirlo, según detallaron a Europa Press en fuentes de las empresas públicas.
No obstante, Renfe ya avanzó a comienzos de año que su intención es facilitar la venta en taquilla sólo en aquellas estaciones por las que pasen al menos unos cien viajeros al día y tengan un «determinado volumen de venta» en dichas taquillas.
Con este fin, la compañía ferroviaria anunció la contratación de una empresa que le prestara este servicio que, no obstante, asegura que queda «en todo caso garantizado» con la instalación de máquinas autoventa y el resto de sus canales de comercialización (‘online’ y telefónica), a la que recientemente se sumó la venta en oficinas de Correos.
Por el momento, con el compromiso de Adif de atender unos meses más esta venta se da una solución temporal y provisional a la situación generada por el hecho de que esta compañía tiene por ley que dejar de dar este tipo de servicio a operadores de transporte.
ABIERTOS A COLABORACIÓN CON AYUNTAMIENTOS
En la búsqueda y definición de la situación definitiva para estas estaciones se tendrá en cuenta a los ayuntamientos y diputaciones que estén interesados en que se mantenga este servicio «con los que se pueden alcanzar acuerdos de colaboración«, según apuntaron de su lado en fuentes del Ministerio de Transportes.
Por el momento, las 140 estaciones en las que el 1 de enero se dejó de vender billetes en taquillas recuperan este servicio de forma temporal desde este mismo miércoles, anunció el Ministerio que dirige José Luis Ábalos.
La situación que afrontan estas estaciones tiene su origen en los inicios de la liberalización ferroviaria en España en 2005 cuando, con la separación en dos empresas, Adif y Renfe, de las funciones de construcción y gestión de las vías y estaciones, y la explotación de los trenes, respectivamente, la primera de ellas mantuvo la actividad y el personal encargado de venta de billetes en estaciones de tren.
Esta anómala situación se trató de solventar en 2017, cuando Adif acordó con Renfe el traspaso de este servicio y todo el personal asociado.
No obstante, quedó entonces pendiente la situación de estas pequeñas estaciones que no tienen personal específico de venta, en las que atienden las taquillas trabajadores de Adif que tienen otras funciones, fundamentalmente de circulación.
Adif tiene no obstante que dejar de dar este servicio dado que, según la ley y las directivas europeas, y ante la próxima liberalización del transporte de viajeros y entrada de competidores de Renfe, como compañía constructora y gestora de las infraestructuras no puede realizar servicios para uno de estos operadores.