(ABC-Esteban Villarejo)-España y Arabia Saudí han ratificado un acuerdo sobre protección mutua de información clasificada en el ámbito de la Defensa, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado en sus disposiciones generales.
Se trata de un documento firmado por el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, y un representante del Ministerio de Defensa saudí, el ayudante del Ministerio de Defensa saudí Mohamed ben Abdullah Alaiesh, con el objetivo de «reforzar las buenas relaciones de amistad» entre ambos países «a través de la estrecha cooperación en el ámbito militar».
Cinco años de duración
El acuerdo entró en vigor el pasado 25 de agosto y tiene una validez inicial de cinco años, pudiéndose prorrogar por periodos consecutivos de un año, a menos que una de las partes rompa el acuerdo y pretenda denunciarlo.
El acuerdo tiene una validez de cinco años al comienzo y se podrán prorrogar anualmente
Se trata de un paso más en las relaciones de Defensa hispano-saudíes para garantizar la protección de información clasificada que se intercambie, «así como entre sus contratistas autorizados». De este modo, tiene una derivada ante la información que atañe a posibles contratos militares.
En su punto 7 se dedica un apartado específico a las medidas de seguridad en el ámbito industrial: «Todo contrato clasificado celebrado entre entidades de las Partes al amparo de lo dispuesto en el presente Acuerdo deberá contener el correspondiente apartado sobre seguridad», se estipula en suapartado segundo.
Las cinco corbetas
Más allá de las formalidades contractuales, fuentes de la industria de defensa española consultadas por ABC constatan que la entrada en vigor de este acuerdo, y su publicación en el BOE, supone «un paso más» encaminado a materializar el que sería el mayor contrato de exportación militar de la industria nacional: la fabricación de cinco corbetas por parte de Navantia por un valor aproximado de algo más de 2.000 millones de euros.
La rúbrica y el anuncio de este contrato es una noticia esperada desde hace un año pero que aún no se ha materializado. No obstante, desde el astillero estatal Navantia se trabaja ya con el objetivo de tener todo a punto para llevar a cabo el proyecto de las corbetas saudíes, similares a los cuatro buques de clase Avante 2200, construidos durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para la armada de Venezuela. Son buques que tienen como función militar la patrulla oceánica.
No obstante, el contrato de las corbetas saudíes no se limitará a la mera construcción naval. También hay un componente de asistencia tecnológica-militar. Según fuentes conocedoras del mismo, también se prevé un contrato de desarrollo de sistemas de control y combate para los buques; un contrato de mantenimiento una vez disponga de ellas el cliente; y un programa de adiestramiento, que implicaría el desarrollo de una escuela de formación en Arabia Saudí con simulador de puente y de máquinas, también implica adiestramiento operacional y de unos 400 marinos saudíes en España. «La colaboración entre ambas armadas se vería reforzada indiscutiblemente», apuntan las fuentes.
¿Construcción de una base?
Aunque en los inicios de las negociaciones el contrato podía incluir el rediseño y la construcción de una nueva base naval en Yeda -segunda ciudad más importante de Arabia Saudí situada a orillas del Mar Rojo-, este es un término que aún no está cerrado.
Con objeto de impulsar la rúbrica de este contrato, y otro tipo de acuerdos entre ambos Estados, durante este año han sido frecuentes las visitas y los intercambios entre ambos Estados. Su Majestad el Rey realizó una visita en enero al Reino saudí, donde fue recibido por el Rey Salman ben Abdelaziz. Por su parte, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, se reunió en febrero con el viceministro de Defensa de Arabia Saudí en el marco de la reunión ministerial de la OTAN, a la que acudió Arabia Saudí como país invitado.
Asimismo, el presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez, viajó en mayo al país saudí para reactivar el contrato. Este fue el primer viaje al extranjero que realizaba el nuevo presidente de Navantia, quien en abril relevó a José Manuel Revuelta al frente del astillero cuya propiedad es al cien por cien de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales.
El contrato de las cinco corbetas saudíes sería el mayor contrato en la historia de Navantia, que en los últimos quince años ha expandido su negocio de exportación en países como Australia, Noruega o Venezuela, principalmente.