El Estado Mayor de la Defensa español, dependiente del Ministerio de Defensa, tomará el próximo 1 de septiembre el mando de la Operación Sophia o European Union Nalva Force – Mediterranean (EUNAVFOR MED SOPHIA), que se lanzó el 22 de junio de 2015 con el objetivo militar de identificar, capturar y deshacerse de los medios que usen o se sospeche que utilicen los contrabandistas y los traficantes de inmigrantes en el Mediterráneo, según han informado fuentes del Ministerio de Defensa.
De este modo, España dirigirá el Cuartel General de la fuerza (FHQ), es decir, la coordinación táctica de las unidades navales y aéreas participantes en la operación, con el uso del buque ‘Cantabria’. El cuartel general operacional continuará estando en Roma (Italia), pero España se encargará de liderar la operación en el mar.
El Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) ‘Cantabria’, al mando del CF José María Fernández de la Trueba Millán, cuenta con una dotación de 168 personas; un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) de once personas; una Unidad Aérea Embarcada (UNAEMB), con un helo AB-212 y doce personas; y los 45 miembros del FHQ, de los cuales quince son españoles. En total habrá 236 personas a bordo del buque de mando español.
Esta operación, de la que forman parte más de 2.380 personas y 25 países, constituye una de las medidas de la Unión Europea encaminadas a terminar con la tragedia humanitaria que se está produciendo en el Mediterráneo, contribuyendo a la lucha contra la inestabilidad en la región para incrementar la seguridad tanto de las poblaciones del área como de los ciudadanos de la UE.
ESPAÑA DIO UN «PASO AL FRENTE»
Durante la cumbre de ministros de Defensa celebrada el pasado mes de abril en Malta, Italia pidió a los 25 países que participan en la Operación Sophia que aportasen un buque de mando para poder relevar a los suyos. España, según ha asegurado el Ministerio de Defensa español, fue el «único país» que dio un «paso al frente» ante este reto, ofreciéndose a liderar esta operación.
La Operación Sofía ayuda, dentro de la respuesta integral de la UE a la inmigración ilegal, en lo referente a la lucha contra las redes de contrabando responsables de la pérdida de vidas en el mar.
Además, tiene el objetivo de luchar y quebrantar el modelo de negocio montado por las redes de contrabando y tráfico de seres humanos en el Mediterráneo, así como contribuir a reducir las posibles pérdidas de vidas que se producen como consecuencia.
España también aporta a esta misión un destacamento del Ejército del Aire en la base aérea de Sigonella (Italia), consistente en un avión D-4 VIGMA de patrulla marítima y un contingente de aproximadamente 40 militares. Asimismo, la Armada Española aporta una fragata con una dotación de unos 200 marinos.
Gracias a esta operación, según datos aportados por el Ministerio de Defensa, hasta el 10 de enero de 2017 un total de 101 sospechosos de tráfico ilegal han sido arrestados por las autoridades italianas; 372 embarcaciones han sido neutralizadas, evitando que pudieran ser reutilizadas por los traficantes de personas; y se han llevado a cabo 306 intervenciones en el marco de las operaciones de embargo de armas.
Además, las unidades EUNAVFOR MED han salvado la vida a 39.660 personas, de las cuales 31.171 eran hombres, 5.926 mujeres, 2.537 niños y 26 bebés.
En la misión participan 25 Estados Miembros, de los cuales 20 aportan personal militar (Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Holanda, Polonia, Portugal, Rumanía, España, Suecia y Reino Unido); cuatro aportan personal militar y fondos económicos para el adiestramiento de personal libio (Luxemburgo, Malta, Eslovenia, República Checa); y uno aporta fondos para el adiestramiento de personal libio (República Eslovaca).