Uno de los cuatro acusados de tráfico de cocaína oculta en juguetes en 2011, vecinos de Narón, se ha declarado culpable este lunes. En concreto, se trata de al que le incautaron la droga tras trasladarla en autobús entre Murcia y Ferrol, mientras que los otros tres han negado todas las acusaciones.
La Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este lunes el juicio contra estas cuatro personas, para quienes la Fiscalía pide 5 años de prisión por su presunta participación en la compraventa de 400 gramos de cocaína, que un acusado trasladó de Murcia a Ferrol en juguetes infantiles. Tres de los acusados son de nacionalidad colombiana y el cuarto, Oscar Ferreño, está actualmente en prisión por el asesinato en Narón de su exnovia Iria García Bouza, el cual ha negado su participación en estos hechos.
En la sesión, solo uno de los procesados se ha declarado culpable de los hechos que le han sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de A Coruña. Así, ante el tribunal, el hombre ha reconocido que llevaba la droga en su maleta aunque ha señalado que creía que lo que estaba portando era hachís. Por su parte, los otros tres procesados han negado todas las acusaciones y dos ellos han alegado ser consumidores de este tipo de sustancias. Así, reiteradamente han negado dedicarse al tráfico de drogas y han declarado que la droga que encontraron en sus respectivos domicilios era para «consumo propio».
En el banquillo de los acusados también se encuentran un hombre y una mujer que son hermanos, que estaban encargados de recoger la droga. La mujer ha negado todas acusaciones y también ha asegurado que la droga que tenía su hermano era para su consumo propio.
HECHOS
El escrito de la Fiscalía sostiene que uno de los acusados llegó a la estación de autobuses de Ferrol desde Murcia a las 08,30 horas del 22 de diciembre del 2011 con una maleta que incluía dos juguetes infantiles. En su interior, dos paquetes con 499 gramos de cocaína, cuya pureza era del 45,83 % y del 20,53 % en cada uno de ellos. Según recoge el escrito, esta persona transportaba la sustancia para entregársela a otras dos personas. Estos le habían propuesto su recogida a cambio de dinero para su posterior distribución al por menor en Ferrol a través de otro individuo, el exnovio de Iria García Bouza.
HISTORIA DE LA DETENCIÓN
La brigada antidroga de la Policía Nacional de Ferrol detuvo el 22 de diciembre de 2011 a cuatro personas -tres hombres y una mujer- como supuestos integrantes de una red dedicada a introducir droga, concretamente cocaína de gran pureza, escondida en juguetes, en el marco de la operación Viriato.
El operativo, según informaron fuentes policiales, comenzó en el mes de septiembre bajo la tutela judicial del Juzgado de Instrucción número tres de Ferrol.
Los investigadores constataron que una de las personas detenidas, tratante de caballos que ya había sido detenido en 2010 en la operación Napoleón, era un presunto narcotraficante que se dedicaba a trasladar cocaína «de gran pureza» de Murcia a Ferrol «perfectamente oculta en juguetes».
El cabecilla del grupo se valía de un joven de 18 años que viajaba a menudo en autobús cubriendo el trayecto entre las dos ciudades y que a cambio de una cantidad de dinero servía de correo de la droga. Las cantidades que generaba la venta de estupefacientes se enviaban a Colombia a través de numerosos giros postales a fin de «blanquear el dinero».
El joven que servía de correo fue detenido por la Policía Nacional en la estación de autobuses de Ferrol con cocaína de gran pureza en el interior de dos juguetes que transportaba en su maleta. Las otras personas fueron arrestadas en registros posteriores, entre ellos la mujer que servía de nexo entre los compradores.
El líder de la banda, según explicaba la nota de la comisaría ferrolana, empleaba distintos productos para «cocinar la cocaína» y adulterar la sustancia, que sin tratar tenía un altísimo nivel de pureza y la distribuía entre los asentamientos chabolistas de la zona, como Leixa (Ferrol) o Freixeiro (Narón).
En estos poblados habitan varias familias que supuestamente se dedican a vender los estupefacientes al público, especialmente en Narón, uno de los mayores supermercados de la droga de Galicia.
En el operativo Viriato y los distintos registros realizados, los agentes se han incautado además de tres coches de alta gama, 16.870 euros en metálico, una balanza de precisión, una moto de gran cilindrada y otros documentos y efectos de interés para la investigación.