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La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso presentado por Fiscalía contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de A Coruña, que condenó a 18 años y medio de prisión a Óscar Manuel Ferreño Fraga por el asesinato de su exnovia Iria García Bouza en junio de 2012 en Narón según informa el alto tribunal gallego.
La Sala condenó al acusado, conforme al veredicto del jurado, por un delito de asesinato en concurso con un quebrantamiento de medida cautelar.
CALIFICACIÓN DEL FISCAL
En su calificación provisional, el Ministerio Público sostenía que el acusado, con antecedentes penales, esperó a su exnovia –con la que mantuvo una relación durante un año y sobre la que tenía una orden de alejamiento– “oculto entre unos matorrales” en la calle San Roque de Narón, sobre las 15,30 horas del día 25 de junio de 2012.
“El acusado, plenamente consciente de conculcar el mandato judicial”, señala la Fiscalía, al detectar la presencia de la víctima “y con el ánimo de acabar con su vida, de forma sorpresiva se abalanzó por detrás de ella y valiéndose de un objeto cortante le causó diferentes heridas”.
En concreto, indica que le seccionó “completamente” la tráquea “entre el primer y segundo anillo, la vena yugular izquierda, la arteria carótida izquierda y ambos músculos de trapecios”. De estas lesiones, afirma que fueron “totalmente incompatibles con la vida”.
El acusado fue detenido por efectivos de la Policía Nacional el 26 de junio de 2012 en su domicilio de Ferrol e ingresó en prisión, sin fianza, dos días después. La víctima, por su parte, estaba divorciada y no tenía hijos.
Además de la pena de 20 años de cárcel por un delito consumado de asesinato,y otro de quebrantamiento de medida cautelar la Fiscalía reclamaba una indemnización, en concepto de daño moral, de 150.000 euros para los padres de la víctima, residentes en Neda, y de 30.000 euros para su hermano. También reclamaba que se fijase la prohibición al acusado de residir y acudir al municipio de Narón durante 30 años.
RECURSO DE LA FISCALÍA
El tribunal consideró probado que Óscar Manuel F.F. abordó de manera sorpresiva a la que había sido su pareja sentimental a la entrada de su vivienda y le provocó heridas con un objeto cortante en el cuello.
La Fiscalía presentó recurso ante el TSXG alegando la «indebida aplicación » de la atenuante de confesión. Sin embargo, la Sala sostiene que en este caso no se puede «obviar» que el acusado «colaboró de forma activa con la justicia en lo que pudo».
«Sin ocultar alguna prueba relevante, realizando así actos contrarios a su acción delictiva que merecen un menor reproche penal, como así apreció el jurado», añade en su fallo.
OSCAR FERREÑO
Óscar José Ferreño Fraga, condenado por el asesinato de su exnovia Iria García es un ferrolano que tenía e 34 años el día del suceso, fue el único detenido por el crimen y fue, desde el principio, el primer sospechoso para los investigadores. Tenía antecedentes por robo y narcotráfico y fue detenido en los montes de la zona de Brión, cerca de una vivienda familiar en la que guardaba unos caballos, a los que era aficionado, según fuentes policiales.
El asesino y su víctima, de 28 años, habían mantenido una relación sentimental que había finalizado hacía meses pero él, que vivía a pocos metros de su exnovia, no dejaba de acosarla con llamadas, mensajes e incluso había intentado colarse en su domicilio por la fuerza, según relató la joven a sus allegados, que colgaron en la redes sociales la foto del hombre detenido bajo la palabra “asesino”.
Iria García denunció a Óscar Ferreño dos veces, en junio del 2011 y el jueves día 21 de junio, cuatro días antes del asesinato, por violencia sexista. Estaba en vigor una orden de alejamiento que prohibía al detenido acercarse a menos de 200 metros de su expareja.
El lunes día 25 de junio de 2012, a las 15:30 la esperó cerca de la vivienda de la chica, en la calle San Roque de Narón, y le hizo un corte en el cuello con un cuchillo, antes de huir por el sendero del río Xuvia.
Dos testigos le vieron huir y lo situaron en el escenario del crimen.
