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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reprochado a la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, las «descalificaciones» hechas por ella y su grupo sobre el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, durante «cinco meses imputado de forma injusta», y le ha advertido de que con «respeto y prudencia» se podría haber evitado el daño a su imagen.
Durante la sesión de control, el mandatario autonómico reconoció que él esperaba «disculpas» por parte de Yolanda Díaz, porque durante cinco meses, de forma injusta, estuvo imputado un alcalde del PP». «Y las portadas y descalificaciones que usted y su grupo le plantearon al alcalde de Ferrol están en las hemerotecas», ha espetado.
Feijóo ha advertido de que «probablemente» esta situación «no se podrá reparar», pero ha señalado que se podría «haber evitado con un poco de respeto y prudencia».
«Si no hay respeto y prudencia, no hay política», ha defendido el mandatario autonómico, antes de proclamar: «¡Viva el respeto y la prudencia, y viva la política con mayúsculas!».
AGE, «OFUSCADO EN LA DIVISIÓN DEL GRUPO»
Previamente, el mandatario autonómico había dudado de que AGE creyese en la «división de poderes«, ironizando con que esta coalición está «ofuscada en la división del grupo».
Así, sacó a colación las palabras (satíricas) de Xosé Manuel Beiras (ausente en la sesión de control) en el inicio de la legislatura sobre la disolución del Parlamento. Feijóo reprochó que, «cuando se estaba constituyendo el Parlamento, plantearon (AGE) repetir las elecciones».
Asimismo, recriminó que los integrantes de este grupo «acepten la legitimidad de la cámara», a la que llaman, rememoró, «cámara de gas y teatrillo».
«Pero después cobran al final de mes y se pelean entre ustedes a ver cuánto dinero le corresponde a cada uno de los diputados», ha espetado en referencia a la nueva baja en el grupo de AGE, con la marcha al Mixto de Chelo Martínez.
La diputada, que se había presentado por Anova (formación de la que también anunció su baja por diferencias con la política de alianzas y como parte del colectivo Cerna), comparte ahora grupo con Carmen Iglesias, que fue expulsada de Esquerda Unida tras negarse a renunciar a su acta para que entrase en el Parlamento un miembro de Anova (y respetar así el equilibrio Anova-EU salido de las urnas).
