Crónica de un pleno naronés, entre la impotencia y la prepotencia

De nuestro corresponsal S.J.

Últimamente me estaban resultando interesantes los plenos en Narón.

Hasta ahora hemos visto debates intesos, y tensos, y tácticas y actitudes diversas. Un PSOE y un BNG que le vienen haciendo el trabajo sucio a una Terra Galega que cada vez participa menos en los debates, y un PP que viene “in crescendo”, algo propio, por otro lado, en quien constituye la única alternativa de gobierno.

Pero en este último pleno ha pasado algo diferente y desconcertante. Algo que por un lado le quitó interés al propio pleno, pero que en sí mismo es interesante. Algo que no sabemos si va a marcar un antes y un después, o si solo se trató de una táctica específica para este pleno. Algo que puede tener muchas lecturas y que, sin duda, las tendrá.

Ninguno de los grupos del cuatripartito participó en los debates

Ninguno de los miembros del cuatripartito se ha presentado al debate. Sí, asistieron al pleno y sí cobrarán sus asistencias, pero no se han presentado al debate. Ni uno sólo de los 14 miembros que integran el gobierno ha debatido un solo punto.

A los asistentes se nos privó de la oportunidad de ver a todos los grupos exponer sus posturas, y de presenciar lo que viene siendo un debate.

Cada vez que se llegaba a un punto nuevo del orden del día, un miembro del grupo de gobierno leía una breve intervención de lo que trataba ese punto, y cuando el Partido Popular replicaba y abría el debate, ninguno de los miembros del cuatripartito volvía a intervenir, obligando el alcalde a votar sin más trámite.

Aprobación de subidas de impuestos y obras del DTC

Sorprendente actitud por parte del grupo de gobierno, precisamente en un pleno donde se sometió a votación un documento que marca el futuro económico de Narón para los próximos años, o donde se votaron las obras que se incluirían con cargo a los fondos DTC de la Diputación provincial.

Sin duda, éstos, eran puntos importantes que, en mi humilde opinión, requerían al menos de una explicación, opinión, o valoración. Concretamente, en estos dos puntos de gran importancia, el grupo de gobierno ni siquiera se molestó en intervenir para explicar nada, incluso aunque luego no entrasen en el debate. Nada, ni una palabra, ni una explicación.

Un gesto que le afearon los populares, que manifestaron no entender cómo era posible planificar subidas de impuestos para los tres años siguientes, sin al menos ofrecer alguna explicación. Y ninguna explicación salió del grupo de gobierno, ni tan siquiera de Pablo Villamar, concejal de hacienda, o del alcalde. Nada.

En opinión de un humilde servidor, que paga sus impuestos en este ayuntamiento, también me hubiera gustado oír alguna explicación que justificase tres subidas más encima de las tres que ya llevamos. Desgraciadamente no la oí.

Y es curioso que no dijeran nada, porque en otros puntos de menor importancia o que no afectaban a Narón, al menos sí leyeron una breve intervención. Luego no participaron de debate alguno, pero al menos sí creyeron que era importante decir algo. Por eso no comprendo cómo es posible aprobar un plan con subidas de impuestos para los próximos años, y no decir absolutamente nada. ¡Increíble!

Lo mismo sucedió con la aplicación del DTC, un punto donde los populares les reprocharon que no se destinase ni un euro a la zona rural y donde pretendieron incluir una parte de la restauración de la casa rectoral de Pedroso. Y por parte del grupo de gobierno… nada, ni una palabra. No aceptaron la propuesta y no ofrecieron explicación alguna.

Propuesta sobre educación

También hubo una curiosa propuesta en materia de educación, para proponer a la Xunta de Galicia firmar un convenio con el ayuntamiento de Narón para realizar diversas obras.

Digo curiosa porque, tal y como reprocharon los populares, la propuesta de convenio no incluía ningún contenido en concreto. Solo se proponía la firma, porque luego no se incluía nada, ni se hacía mención a ninguna obra en concreto, no se recogía ninguna necesidad, no se incluía ninguna referencia a los fondos necesarios, ni se establecía ningún tipo de reparto de las responsabilidades.

Es decir, que tratándose solamente de firmar por firmar, los populares votaron en contra y les espetaron que cuando tuviera la propuesta algún contenido real, volviesen con ella y la votarían a favor si era conveniente.

Otros puntos y mociones

En el orden del día también se trataron otros puntos, tales como dos mociones reinvidicativas por el “Día Internacional de la Mujer”, una moción sobre el naval, otra sobre los mariscadores, otra sobre la cesión de propiedades de Defensa, y la propuesta de reparto entre las parroquias para la colocación de las arcadas de Navidad.

En estos puntos, o en alguno de ellos mejor dicho, sí se leyó por parte de alguno de los miembros del grupo de gobierno un pequeño texto explicativo, a pesar de que, como ya he dicho, no participaron en debate alguno.

“Día Internacional de la mujer”

De entre esos puntos, el del “Día Internacional de la Mujer” fue especialmente llamativo, porque, un año más, se presentaron dos mociones distintas. Una, la del grupo de gobierno, otra, la de los populares.

En la moción del grupo del gobierno se responsabilizaba directamente de todos los problemas que actualmente padecen las mujeres a las políticas del Partido Popular. Algo que les afearon éstos, porque, según su intervención, en los términos de la moción no la podían apoyar, y este era, a su juicio, un punto para poder votar todos a favor y de mostrar unidad en un tema importante. Se saldo con los votos a favor del grupo del gobierno, y con los votos en contra del grupo popular.

Pero más llamativo fue lo sucedido con la moción que presentaron los populares sobre el mismo tema, que se saldó con los votos en contra del grupo de gobierno y solo los favorables de la formación conservadora.

Y fue llamativo porque desde el grupo de gobierno se dijo que no la podían apoyar y la rechazaron, sin casi explicación porque no entraron en el debate, mientras que los populares destacaron que era un moción integradora que ya había sido aprobada por todos los grupos en la Diputación, reprochándoles a los miembros del grupo de gobierno que solo la rechazaron porque era el Partido Popular quien la proponía.

Conclusión

Un pleno feo y aburrido que dejo a los asistentes con ganas de ver algún debate, y que simplemente se saldo con una victoria popular por incomparecencia del rival.

Un pleno en el que, según mi humilde opinión, ha aflorado o bien la impotencia de quienes se ven devorados por un rival que se muestra mucho más sólido y asumen que no pueden hacer más, o bien la prepotencia de quienes saben que les queda un año de gobierno y piensan que no necesitan darle ninguna explicación a nadie, porque con la coalición son 14 y no necesitan de los 8 miembros populares.

Impotencia o prepotencia, no lo sé. Lo que sé es que nos van a subir los impuestos unos grupos que no llevaban en sus programas esas subidas y que no se molestaron en darnos la menor explicación.

Una actitud totalmente reprochable y que los ciudadanos no podemos ni debemos tolerar. Porque las explicaciones y los argumentos no se los iban a dar al Partido Popular, nos los iban a dar a todos nosotros, que finalmente somos los que pagamos lo que ellos nos dicen.

 

 

Por eso considero que esta actitud es una grave falta de respeto, y no hacia ninguno de los miembros del pleno, sino hacia todos nosotros, que a fin de cuentas somos los que elegimos y somos los que pagamos.