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El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha dicho que la Guardia Civil continuará en el mismo cuartel de Leitza que ha visitado este lunes día 9, para agradecer la labor de los agentes en unas condiciones «muy penosas» y durante la cual un grupo de personas se han concentrado para rechazar la presencia del cuerpo en la localidad.
Fernández Díaz, al que ha acompañado el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha dicho a los medios de comunicación tras visitar el cuartel, que ha agradecido a los agentes el trabajo que prestan a Leitza y España y en defensa del Estado de Derecho en una «condiciones muy penosas y humanamente muy dolorosas».
«La Guardia Civil está en Leitza y va a seguir en Leitza» y si «a algunos no les gusta que lo sepan, que la Guardia Civil va a seguir en Leitza«, ha enfatizado el ministro, quien ha anunciado que se va a renovar la presencia del cuerpo en el cuartel por diez años más.
Según Fernández Díaz, el primer ministro que visita el cuartel desde los años ochenta, el instituto armado va a seguir en el mismo cuartel «por lo menos durante diez años más» por lo que hay una voluntad política clara y decidida para que la Guardia Civil siga en este cuartel.
Según ha revelado, cuando iba a Leitza ha hablado con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien asistió en esta localidad al funeral del concejal de UPN Jose Javier Mújica, asesinado por ETA, y le ha pedido que transmitiera a los agentes su «más caluroso saludo», reconocimiento y agradecimiento por su labor.
‘Huella sangrienta’
Los terroristas, ha recordado, han dejado en esta localidad «su huella sangrienta» durante muchos años, han asesinado a civiles que salían del cuartel tras cumplir tramites administrativos, a un político y a un cabo de la Guardia Civil y han herido a otros agentes y otras personas.
La primera víctima mortal fue Gregorio Hernández Corchete en 1982 durante el ametrallamiento del cuartel, en el que dos agentes resultaron heridos; en 2001, murió en un atentado el concejal de UPN José Javier Múgica; y un año después, fue asesinado el cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro.
El ministro ha señalado que tenía muchas ganas de venir a un puesto tan emblemático como éste y que lo ha hecho «simplemente» para estar con los agentes y decirles que saben perfectamente el servicio que prestan, porque «sabemos de las condiciones difíciles en las que están cumpliendo con su obligación».
Aunque a la Guardia Civil «no le arredran las dificultades», ha añadido, «es mi deber como ministro agradecerles en nombre de la inmensa mayoría de los españoles y por supuesto de los navarros» lo que hacen y su presencia aquí.
A pesar de las dificultades, con su presencia garantizan el orden y la ley y que aquí también impere el Estado de Derecho, ha seguido el ministro, quien ha resaltado que Navarra es España y el Estado ha de estar presente en Leitza a través de sus instituciones y una de las mas emblemáticas y valoradas es la Guardia Civil.
Durante su presencia en la localidad, un grupo de personas convocadas por la izquierda abertzale, se han concentrado en la plaza del pueblo con una pancarta con el texto en euskera «alde hemendik» (fuera de aquí) y han coreado consignas como «dejadnos en paz».
El alcalde de Leitza, Oier Eizmendi de Bildu, ha asegurado que están «extrañados» por la decisión del Gobierno de Navarra de prorrogar por diez años más el alquiler de la casa Maxurrenea como cuartel de la Guardia Civil, ya que el Parlamento foral aprobó una moción en sentido contrario.
«Al final han renovado para diez años más cuando el Parlamento de Navarra aprobó una moción por la que la casa Maxurrenea se tenía que utilizar para los fines para los que fue cedida, para cultura o educación, y la Guardia Civil no creo que tenga mucho de cultura o educación», ha indicado el alcalde a los periodistas.
Ha explicado que su objetivo era desplazarse hasta ese lugar y concentrarse allí, pero los agentes de la Guardia Civil se lo han impedido, por lo que se han dividido en grupos de 19 y se han congregado en diferentes puntos de Leitza.
En los últimos días se ha enviado a muchos domicilios del municipio una carta firmada por la izquierda abertzale en la que se asegura que el titular de Interior «no es bienvenido» y que la presencia de la Guardia Civil «no ha hecho más que crear problemas históricamente».
