Adolfo Vázquez Gómez nació en Ferrol el 19 de agosto de 1869. Periodista, político y escritor, llegó en la masonería al grado 33 del rito escocés antiguo.
Su padre Manuel María Vázquez fue un destacado coronel que actuó durante la guerra de Cuba. La influencia paterna fue decisiva para que el rapaz Adolfo, después de realizar sus estudios de bachillerato en el Instituto Provincial de Lugo comenzara la carrera militar. El espíritu inquieto de este joven entró rápidamente en contradicción con la estructura rígida del ejército. Al poco tiempo abandonó la Academia Militar tirando abajo el sueño de su padre de verlo vestido con el uniforme de oficial.
Cambió las armas por las letras dedicándose desde muy joven al periodismo. En 1884 comenzó a escribir sus primeros artículos periodísticos en «El Regional» de Lugo, «Galicia Moderna» de La Habana y «Galicia Liberal» de Compostela. Dirigió esta última publicación cuando su director marchó a la emigración. Durante la dirección de «Galicia Liberal» debió soportar todo tipo de acoso conservador el que motivó su traslado a la Coruña y posteriormente a Madrid. En esta ciudad contactó con el destacado jurista lucense Telesforo Ojea Somoza, que le presentó a su jefe político Pi i Margall. En Madrid se sumó a la redacción del periódico «La República» que dirigía Ojea. También era asiduo colaborador de «El Combate» de Barcelona y de «La Guindilla», que dirigía en Pontevedra su amigo Said Armesto. Su vínculo con el republicanismo federal y con la masonería española marcaron todo su futuro desarrollo intelectual y político.
Adolfo Vázquez Gómez tuvo una destacada participación en el movimiento revolucionario del 19 de septiembre de 1886. Esa noche el heroico general gallego Manuel Villacampa tentó una sublevación republicana. Tras el fracaso se constituyó en Bourdeos el grupo revolucionario «Villacampa» en el que Vázquez Gómez fue elegido presidente. Formaban este grupo periodistas y militares destacados del federalismo.
La intentona revolucionaria lo obliga a huir y exiliarse en Portugal.
LLEGA A LISBOA
El 3 de noviembre de ese año llegó la Lisboa donde lo recibieron por republicanos españoles y portugueses. En la capital lusa fundó el periódico «El Galleguito» y colaboró con «España», «el centinela de la Frontera», etc … Su activa acción periodística y política hizo que el gobierno portugués lo expulsara de ese país. En abril de 1887 salió hacia Francia donde trabajó dirigiendo el Colegio de la Confederación Española de Enseñanza Laica de Bourdeos. A mediados de 1888 volvió a Lisboa, donde colaboró con el periódico «El Sindicato». Con la amnistía del 23 de enero de 1889 regresó a Galicia, estableciéndose en Betanzos donde se encontraban sus padres.
PERIODISMO EN BETANZOS
En la ciudad de Betanzos se dedicó de lleno al periodismo colaborando con «Las riveras del Mendo» y «Ya somos tres!». Posteriormente fundó «El Valdoncel» y «El Mendo». Presidió el Ateneo Obrero, el Centro Republicano Federal y el Orfeón Eslava. Después de una temporada se establece en A Coruña. En la ciudad herculina formó parte de la redacción del republicano «El Telegrama», siendo elegido posteriormente presidente de la Juventud Republicana Coruñesa.
Se marcha a la Argentina y en Buenos Aires lo esperaba Gerardo Cortina que había sido compañero en Cette (Francia) de «El Pabellón Español». También lo estaba esperando Castro López, amigo de la infancia, republicano federal y masón. Vázquez Gómez fundó junto a Gerardo Comas «El Heraldo Español». En 1893 se trasladó a Montevideo donde fundó «El Intransigente», que tuvo que cerrar el tercer año debido a las presiones políticas y económicas.Este traspiés editorial lo condujo nuevamente a Buenos Aires donde se matriculó como Procurador poniendo una oficina de asuntos mercantiles. Aburrido por esta nueva tarea burocrática decidió volver a Montevideo, donde desempeñó la gerencia de «El Liberal». Asimismo, dirigió «El Socialista» de Montevideo, encargándose de la secretaría del Comité Ejecutivo de este partido. Posteriormente se instaló en Paysandú donde lo eligieron durante diez años Presidente de la Asociación Liberal de Socorro Mutuo. También dirigió «Paysandú» y ejerció de corresponsal de la revista viguesa «Vida Gallega»-
En 1904 lo expulsaron las autoridades uruguayas acusado de participar de la revolución que había explosionado en ese departamento oriental. Su primer mes de expulsado lo pasó en Colón (Entre Ríos) hasta que el Presidente de la República de el Uruguay, Batlle y Ordóñez, revoca la orden, retornando a su antigua residencia.
En 1913 viajó a Europa recorriendo previamente Brasil y dando una serie de conferencias. Desde este país fue a Portugal, donde participó en el XVII Congreso Internacional del Libre Pensamiento.
SU RELACIÓN CON LA MASONERÍA
A su regreso de Europa participó como delegado en la Confederación Sudamericana Pro-Paz del Primer Congreso Panamericano de la Crianza y del de Bibliografía e Historia como representante de la Biblioteca América de la Universidad de Santiago de Compostela. En Buenos Aires se hizo cargo de la Cátedra de Historia de la Liga de Educación Racionalista. Entre una de sus más destacadas ponencias disertados en su cátedra está el referido a «La Historia de la Masonería», a la que concurrió el Consejo Supremo del Gran Oriente Argentino.
La mayoría de los exiliados de la Primera República tenían en común su pertenencia a la masonería.
Vázquez Gómez desarrolló una intensa vida política y literaria marcada por su formación liberal masónica progresista.
Durante aquellos años de comienzos de siglo editó distintos libros y folletos, entre los más destacados: «Socialismo y librepensamiento», editado en Montevideo; «Mesa revuelta»; «El país del prodigio»; «La masonería. Su pasado, su presente y su futuro»; «Nuevos rumbos educacionales»; «La democracia portuguesa» y «Ecos de combate». Dejó varias obras inconclusas entre ellas la titulada «Instrucción Pública y Popular» y una biografía de Pi i Margall.
En 1924 dirigió durante varios números la famosa revista «Céltiga» quedando en manos posteriormente de Ramón Suárez Picallo y Blanco Amor.
En 1932 recorrió la extensa geografía del Brasil dando conferenciasEn 1941, establecido ya definitivamente en Uruguay, se le ofreció un banquete, en el que participaron destacados dirigentes de la política de este país y de la colectividad gallega.
El 25 de julio de 1950, como se había elegido la fecha de la Patria de Galicia, falleció en Montevideo este eminente hombre de letras y de acción.
(Datos recogidos de la Enciclopedia da Emigración Galega-Lois Pérez Leira).
Muchas gracias por recordar a nuestro abuelo Adolfo!