(EP)-José Vázquez Vigo, nació en Ferrol el 22 de abril de 1898-(+ Villa Ballester, provincia de Buenos Aires, Argentina, 26 de noviembre de 1955) fue un músico, compositor y director de orquesta.
La historia del músico ferrolano José Vázquez Vigo es un buen ejemplo de las grandes oportunidades que se presentaron a los gallegos que decidieron cruzar el charco a principios de siglo para buscar nuevos horizontes. En 1914, cuando tan solo contaba 16 años, Vázquez Vigo emprende viaje desde A Coruña hacia Buenos Aires donde le espera su hermano Julio que había emigrado con anterioridad. Con el paso de los años, José acabó convirtiéndose en compositor de música para muchas películas argentinas e incluso llegó a componer un tango que grabó la figura inmortal del género, Carlos Gardel, de quien al parecer fue secretario personal durante algún tiempo. Cuando salió desde su Ferrol natal hacia el nuevo mundo sus conocimientos musicales se limitaban a saber tocar la flauta.
El tango fue tan solo uno de los géneros musicales que cultivó Vázquez Vigo, quien también trabó amistad con otro de los grandes de este tipo de música, el compositor Enrique Santos Discépolo. Este último era además guionista, director y actor de cine y Vázquez Vigo colaboró con él al trabajar como director musical en cuatro películas realizadas por Discépolo. Los cantantes José
Razzano y Libertad Lamarque y el director de orquesta Francisco Canaro fueron otras de las figuras que grabaron temas compuestos por Vázquez Vigo.
El músico ferrolano fue director de orquestas porteñas como Iberia, que tocaba música de inspiración española, o Los Murciélagos, una banda de jazz en la que también participaba su sobrino Joaquín. La versatilidad a la hora de componer le permitió poner música a películas de temática diversa como El amanecer de una raza, Loco lindo, Melodías porteñas o Palermo. A lo largo de su vida compuso pasodobles, jotas, muiñeiras, rancheras, tangos y valses, con títulos de éxito como Currito de la Cruz, Cara Morena, La coruñesa, La comadreja, Guitarra española, Mulatita mía, Nena y Maryflor. Este último tango es el tema que grabó Gardel. El museo que lleva el nombre del gran cantante de tangos en Buenos Aires conserva discos de la época con la grabación original realizada por el propio Gardel.
La vida de Vázquez Vigo también fue intensa en el terreno personal. Su nieta, la conocida actriz Verónica Forqué, explica que su abuelo materno regresó a España en 1947 y pronto entró en contacto con el mundo del cine. Fue él mismo quien le presentó a su hija, Teté, a un entonces joven José María Forqué con el que acabaría casándose. Forqué se convirtió en uno de los grandes nombres de la comedia en España y su mujer en una actriz de éxito. Teté acabó siendo una de las voces más reconocidas de los folletines radiofónicos que Vázquez Vigo se trajo en la maleta desde Argentina a España. “Mi abuelo le presentó los guiones a Manuel Aznar, padre del que luego fue presidente del Gobierno, y que entonces dirigía Radio Madrid. Al principio le dijeron que no, pero al final consiguió que se emitiesen en España y acabaron teniendo un gran exito”, explica la actriz.
Verónica Forqué no conoció a su abuelo, ya que falleció en Buenos Aires apenas unos días antes de que ella naciera. Por lo que le han contado sus familiares, su abuelo fue un hombre de mucho éxito con las mujeres. Se casó dos veces. Su primera mujer, la bailarina asturiana Carmen López falleció, y la segunda fue una joven con la que se casó en Madrid. Vázquez Vigo había regresado a España unos años antes y la joven le siguió hasta la capital de España. Pocos años después acabaron regresando a Argentina aunque, al parecer, Vázquez Vigo prefería haberse quedado en su país de origen. Al final se separaron y el músico ferrolano murió en 1955 como consecuencia de un ictus.
El director del Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI), el ferrolano Guillermo Escrigas, ha recopilado material sobre la trayectoria del músico ferrolano y el centro que dirige cuenta con copias de películas músicadas por Vázquez Vigo. “En aquella época había muchas orquestas en Buenos Aires y Vázquez Vigo fue uno de los gallegos que consiguió abrirse camino. No fue el único, hubo otros, lo que pasa es que es muy difícil seguirles la pista porque conseguir documentación en Argentina es toda una odisea”, indica Escrigas.