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Por primera vez en la historia de la democracia tres diputados han sido expulsados en una misma sesión plenaria. El episodio ha tenido lugar esta mañana cuando los diputados de ERC Joan Tardà, Alfred Bosch y Teresa Jordà han insistido en realizar su alocución en catalán ignorando las advertencias del presidente del Congreso, Jesús Posada.
El episodio ha comenzado cuando Tardà, que intervenía en la sesión durante la convalidación del Real Decreto-Ley para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad, ha decidido realizar su alocución en catalán en memoria del militante nacionalista Guillem Agulló de cuyo asesinato se cumplen 20 años.
El presidente del Congreso ha guardado la paciencia y le ha pedido que abandonara el catalán -en el Pleno de la Cámara Baja solo puede emplearse el castellano- para evitar «un conflicto innecesario. Si se obstina, me obliga a quitarle la palabra», le ha advertido Posada sin éxito, ya que Tardà ha aducido que si la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña permite que se enseñe en castellano cuando un alumno lo pide, la misma regla debe aplicarse en el Hemiciclo.
El diputado de ERC, así, ha ignorado las advertencias de Posada y ha continuado en castellano. El presidente del Congreso ha vuelto a insistir en las advertencias instando al diputado de ERC a cumplir el Reglamento -con lectura incluida del artículo 104- y le ha llamado al orden dos veces más. Tardà hizo caso omiso y al final recibió la orden de expulsión. «Le ruego que abandone la tribuna», le instó Posada.
Acción repetida
Estos no fueron los únicos sobresaltos de la mañana ya que el diputado de Amaiur por Navarra, Sabino Cuadra, inició su intervención en euskera para expresar, dijo, su «solidaridad más plena con Tardà». No obstante, a la primera advertencia de Posada, retomó el castellano.
A Tardà sí le ha seguido el portavoz de ERC, Alfred Bosch, que con el mismo modus operandi de su compañero ha intentado realizar su alocución en catalán durante su intervención sobre la convalidación del Real Decreto-Ley para la protección a los titulares de preferentes.
Bosch, que sí ha llegado en explicar en castellano las razones que le llevaban a intervenir en su lengua autonómica tras la primera llamada al ordende Posada, ha ignorado las advertencias del presidente del Congreso y ha acabado siendo expulsado de la Tribuna de Oradores, aunque esta vez Posada no ha considerado necesario leer el citado artículo del Reglamento de la Cámara Baja en alto.
«Prueba del algodón»
La expulsión es la sanción más baja que el presidente del Congreso podía imponerles a ambos, y no conlleva ningún otro perjuicio. Así, Teresa Jordà, aplicando el mismo argumento que sus compañeros de escaño ha señalado que, «en lógico paralelismo», como ERC pide hablar en catalán, todo el Congreso debe aceptarlo.
En los pasillos del Congreso, Tardá ha considerado que su escena en el interior del hemiciclo solo perseguía poner a prueba el sistema para demostrar que la «prueba del algodón ha fallado». En la misma línea, ha considerado que se aplican dos varas de medir y ha cargado contra la sentencia del TSJC subrayando que son solo 16 familias las que han pedido que se escolarice en castellano.
Por su parte, Posada ha explicado a los periodistas que la expulsión de Tardá obedece al cumplimiento estricto del Reglamento del Congreso. Es la segunda vez que se expulsa a un diputado de la tribuna, después de que el ex presidente de la Cámara Manuel Marín hiciera lo propio con el popular Vicente Martínez-Pujalte.
