José Aranguren Roldán nació en Ferrol el 8 de abril de1875 – († 22 de abril de 1939) General de la Guardia Civil, fusilado por mantenerse fiel a la República durante la Guerra Civil Española. Fue comandante de la 4ª División Orgánica y gobernador militar de Valencia.
Con 16 años ingresó en la Academia Militar y posteriormente pasó al cuerpo de la Guardia Civil, en el que hizo una buena carrera militar, habiendo ascendido a Coronel en 1929.
Cuando, el 14 de abril de 1931, se proclamó la República, era director del Colegio de Guardias Jóvenes «Duque de Ahumada».
Meses después fue destinado a A Coruña como jefe del Tercio de la Guardia Civil, puesto en el que permanecía cuando, en septiembre de 1932, visitaron la ciudad el entonces Presidente del consejo de ministros Manuel Azaña y Santiago Casares Quiroga, miembro destacado del republicanismo gallego. Éste último, paisano de Aranguren, le tomó aprecio a partir de entonces.
José Aranguren fue ascendido a general de brigada por el Gobierno del Frente Popular, el 31 de marzo de 1936, habiendo sido el primero de la escala de coroneles de la Guardia Civil. Acto seguido fue nombrado para mandar la 5ª zona de la Guardia Civil en Cataluña —compuesta por dos tercios y cuatro escuadrones de Caballería— con cabecera en Barcelona.
Guerra civil española
En julio de 1936, al estallar la Guerra Civil no quiso sumarse a los sublevados —no obstante su condición de católico y estar conceptuado como persona de filiación derechista—, sino que, por el contrario, se puso, con las fuerzas a su mando, a disposición del Gobierno republicano, lo que contribuyó decisivamente a que Barcelona no cayese en poder de los rebeldes. A mitad de agosto de 1936 fue uno de los testigos de cargo en el proceso a que fueron sometidos los generales sublevados Manuel Goded y Álvaro Fernández Burriel como consecuencia del alzamiento militar.
Durante la contienda mandó algún tiempo la 4ª División Orgánica (con jurisdicción sobre Cataluña), cuyo cargo desempeñó más nominalmente que de hecho, dada la prepotencia del Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña y la amplitud de funciones que asumió la Consejería de Defensa del Gobierno de la Generalidad catalana.
Después de los Sucesos de Mayo de 1937 pasó a desempeñar la comandancia militar de Valencia, en cuyo cargo continuó hasta el final de la guerra, negándose a abandonar España en los últimos momentos por considerar que se había limitado a cumplir con su deber.
A la entrada de los nacionales en dicha ciudad a finales de marzo de 1939, fue detenido y posteriormente sometido a un consejo de guerra, condenado a muerte y ejecutado el 22 de abril del mismo año.