El día 20 se celebró por primera vez el Día Mundial de la Felicidad, una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, para que las naciones recuerden este ‘objetivo fundamental de la humanidad’.
En España la felicidad está relacionada directamente a la salud, el amor y las relaciones interpersonales… el dinero queda en segundo plano.
(Flor de María Pérez).-«La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar», dice el escritor Thomas Chalmers. Esta frase puede resumir las conclusiones de los estudios relativos a la felicidad realizados principalmente por Coca Cola en España.
En la más reciente publicación del Instituto de la Felicidad de la mencionada empres, 57% de la muestra de 800 encuestados se declaró ‘muy o bastante felices’, y un 30% afirmó que no son ‘ni felices ni infelices’.
La salud y el amor son los dos primeros factores que determinan la felicidad de las personas. En tercer lugar, con 7% de las respuestas, se encuentra el dinero.
La crisis económica no ha afectado las relaciones sentimentales y familiares de los españoles, o por lo menos eso fue lo que contestó un 67% de los encuestados.
[pullquote]Estilo de vida y hasta el clima mediterráneo[/pullquote]En el Ranking Mundial de la Felicidad, donde se tomaron 58 países de los cinco continentes, España está en el decimonoveno puesto.
Carlos Clavero, director general del Instituto Dym, encargado de realizar esta investigación en España, explicó que ‘pese a que nuestras expectativas económicas son las peores a nivel europeo, la puntación es bastante alta en cuanto a felicidad’.
Entre las posibles causas de que el optimismo impere, Clavero incluyó factores culturales, calidad y estilo de vida, importancia de la familia, creencias cristianas y hasta el clima mediterráneo de algunas regiones.
Tanto es así que España logró un 55% de felicidad neta frente a un 40% del total mundial.
[pullquote]Dinero no es sinónimo de felicidad[/pullquote]Otro de los resultados que vale la pena destacar es que varios países que se encuentran entre los ‘más felices’, no son precisamente los que tienen mejores niveles económicos. Algunos ejemplos son Nigeria con 84% de felicidad, Ghana con 72% y Fiyi con 85%, éste último declarado el ‘más feliz del mundo’ en el estudio. En estos tres países la renta per cápita no llega a 5.000 dólares anuales, pero con sus pocas posesiones se puede decir que afrontan la vida con un punto de vista más optimisma.
Lo contrario sucede en lugares donde se da un despegue económico, como China, en donde se reportó únicamente un 25% de felicidad neta. La causa puede ser el deseo de lograr más dinero o ascensos laborales y tener múltiples ocupaciones que no dejan tiempo para disfrutar la vida o a los seres queridos.
A lo largo de los años los estudios han confirmado que cuando un país sufre un evento desastroso, natural o social, las circunstancias adversas se convierten en ‘un motor de cambios positivos’. Así lo demostró Japón después del terremoto de marzo de 2011 y Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. En ambos países aumentó la actitud optimista ante la vida.