Ayer noche volví a ver por segunda vez una película titulada Esta tierra es mía. Trata de un profesor francés muy tímido y cobarde durante la ocupación alemana de Francia en la II Guerra Mundial. Aunque hay varias escenas que son muy interesantes para los tiempos que corren, me gustaría comentar la parte final de la película, donde el protagonista interpretado por Charles Laughton se dirige a sus alumnos y comienza a leer el contenido de un libro escrito en 1789 y que evitó que fuese quemado. Explica a sus alumnos que ese libro fue escrito por grandes hombres, eran hombres de diferente condición, los había prósperos y muy pobres, religiosos, comerciantes y no entraron en polémica se pusieron de acuerdo y añade. Otros hombres podrán destruir este libro pero no lo borrarán de la memoria, vosotros la recordaréis siempre y de ahí vuestra enorme importancia.
A continuación comienza a leer y voy a escribir las palabras que se dicen en la película.
“Declaración de los derechos del hombre.
Artículo primero. Todos los hombres nacen y permanecen libres con los mismos derechos.
Artículo segundo. La finalidad de los partidos políticos es la de proteger los derechos naturales e inalienables del hombre. El derecho a la libertad, a la legítima propiedad y la resistencia a la tiranía.
Artículo tercero. El principio de todo gobierno reside en la propia nación, ningún grupo, ningún individuo, puede ejercer una autoridad que no emane única y exclusivamente del pueblo.
Artículo cuarto. La libertad nos faculta para poder hacer todo aquello que no perjudique a los demás.
Artículo quinto. La ley tiene derecho a prohibir todos aquellos actos que pueden perjudicar a la sociedad.”
Aunque esto ha sido dicho en una película y se refiere a algo escrito en Francia en 1789, espero que en los tiempos actuales, el pueblo de este país las tenga en cuenta a la hora de aceptar o no que todos tenemos los mismos derechos. De apoyar a partidos políticos que no protegen sus derechos. De mantener en el poder a personajes que ejercen una autoridad sin que tengan en cuenta al pueblo. Si van a permitir o no que unos golfos y golfas atenten contra su libertad.
Finalmente, quiero decirles a los políticos de cualquier signo, a quienes se lo llevan o han llevado crudo, a quienes de una forma o de otra apoyan y defienden a los anteriores.
Esta tierra es mía, no es vuestra. Esta tierra es de todas las personas honradas, trabajadoras, que se esfuerzan día a día para sacar su familia adelante.
Albert Lory-Ferrol-8-2-13