Profesionales del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol colaboran con el Campus Industrial de Ferrol de la Universidade da Coruña y el Laboratorio de Ingeniería Mecánica del Centro de Investigación en Tecnologías Navales e Industriales (CITENI) para el desarrollo y perfeccionamiento de las técnicas de Realidad Aumentada en el ámbito Quirúrgico a través de las gafas virtuales.
Especialistas de diversos ámbitos del área Sanitaria de Ferrol realizaban en esta sesión experimental distintas pruebas para optimizar las posibilidades de aplicación de esta tecnología. Esta colaboración se concreta con Florian Michaud, investigador del mencionado Laboratorio de Ingeniería Mecánica, que dirige el trabajo de Ánxela Pérez Costa, estudiante de doctorado en el Campus Industrial de Ferrol. Juntos se están centrando en el estudio de la experiencia de uso e interacción de los profesionales con esta realidad aumentada, específicamente mediante el uso de gafas inteligentes en el entorno quirúrgico.
Mundo quirúrgico real y mundo virtual
La Realidad Aumentada es una tecnología que combina el mundo real con elementos virtuales en tiempo real. A través de dispositivos, como gafas inteligentes o pantallas transparentes, permite superponer información digital, como imágenes, gráficos o datos, sobre la visión del entorno físico. La diferencia de la realidad virtual, que crea un entorno completamente simulado, la realidad aumentada enriquece el ámbito real sin aislar al usuario de él. Esta realidad aumentada está integrándose cada vez más en procedimientos quirúrgicos gracias a su capacidad para mejorar la precisión, la eficiencia y la seguridad en, por ejemplo, artroplastia total de rodilla, cirugía de columna, neurocirurgía, o cirugía hepática o de tumores.
“Estos sistemas no solo muestran datos en tiempo real, sino que permiten adaptarlos dinámicamente a los movimientos del cirujano y del paciente, proporcionando una asistencia visual contextualizada durante todo el procedimiento”, explican. Aunque la tecnología ofrece grandes ventajas, su interacción aún presenta desafíos importantes. En un espacio como el quirófano, donde los tiempos son críticos y la margen de error es mínimo, la interfaz con la realidad aumentada debe ser rápida, intuitiva, precisa y ergonómica. Los cirujanos operan en condiciones de alta presión, con las manos ocupadas y la concentración al máximo. Si la interfaz es confusa, lenta o requiere gestos poco naturales, puede aumentar la carga cognitiva, interrumpir el flujo quirúrgico o mismo contribuir a errores. Por eso, se busca optimizar los métodos de interacción, ya sea por movimiento de cabeza, gestos, fijación de la mirada o reconocimiento de herramientas, para que sean seguros, cómodos y adaptados a las necesidades del entorno quirúrgico.
Y, en esta línea, es donde los y las profesionales del área Sanitaria de Ferrol se muestran voluntarios para colaborar con la Universidad y aportar su experiencia y necesidades directas; y probaban a trabajar con el empleo de gafas de realidad aumentada en cinco interfaces diferentes, con la mirada y el gesto, solo con la mirada, solo con el gesto, con la inclinación de la cabeza o con el control de voz. “La Realidad Aumentada tiene el potencial de revolucionar la cirugía moderna, pero su éxito dependerá en gran parte de diseñar interfaces que se integren de forma natural y eficiente en la práctica quirúrgica. Por eso, estas pruebas experimentales asociadas tienen como objetivo recoger información valiosa”, indicaban desde la Universidad.