Señala que nadie duda de la determinación del Gobierno y que a veces no parece que llevan solo un año gobernando.
El ministro de Economía ha afirmado en un artículo del WSJ que «a menudo se olvida» que el Ejecutivo al que pertenece lleva menos de un año gobernando y que las medidas tomadas «están empezando a dar sus frutos».
“Puedes decidir que todo va mal, estancarte en la melancolía y no hacer nada. O puedes admitir que hay problemas serios, hacerles frente y administrar medidas para poder superarlos. España ha elegido esta última opción».
El ministro afirma que las reformas laboral y financiera y las medidas de consolidación fiscal están dando una «completa y profunda solución a nuestros desequilibrios», sin que el Gobierno se vea «forzado» a solicitar el rescate.
Tenemos un diagnóstico preciso sobre lo que no funciona, hemos llevado a cabo un amplio y valiente programa de reformas, y estamos convencidos de que nuestros esfuerzos nos permitirán superar los retos». señala un optimista De Guindos que también reconoce que son necesarios «sacrificios», pero que la crisis también «crea oportunidades». Y muchas compañías españolas se están aprovechando de éstas, afirma. A saber: acceso al mercado internacional. Guindos asegura que el próximo año, el saldo de la cuenta corriente tendrá superávit por el aumento de las exportaciones.
El titular de Economía señala que las «dudas sobre el futuro del euro han dañado al sector privado español más que la deuda soberana». Y lo justifica recordando que las subastas del Tesoro han rebajado el coste de financiación y que ya ha logrado colocar el 95% de la deuda prevista para este año.
«Nadie duda de la determinación del Gobierno» para resolver los problemas de España, asevera. Y señala al paro del 25% como el principal, especialmente en los jóvenes, al pinchazo del ladrillo, que ha afectado al sistema financiero, y al déficit público. No es la primera vez que De Guindos habla para el WSJ, su artículo Nuestro plan para reanimar España, de enero de 2012 también dio que hablar. Al menos en este, es optimista… como Rajoy.