El español Javier Gómez Noya logró, tras un sprint espectacular, la victoria en la última cita de las Series Mundiales de Triatlón, celebrada en la localidad neozelandesa de Auckland, por delante del británico Jonathan Brownlee, que a pesar de ser segundo consiguió amarrar el título de campeón del mundo y condenó al gallego al subcampeonato.
De esta manera, el menor de los Brownlee consigue su primer título de campeón del mundo, mientras que Gómez Noya se alza con el subcampeonato tras una temporada de ensueño, con la conquista de la medalla de plata en los pasados Juegos Olímpicos de Londres. El tercer clasificado del ranking mundial es el ruso Dmitry Polyanskiy.
En la carrera, el gallego Iván Raña logró entrar en el ‘top 10’ tras finalizar en la octava posición. Por su parte, el mallorquín Mario Mola conseguía la 24ª posición.
La jornada estuvo marcada por las adversas condiciones meteorológicas, que se sumaban a un circuito de extrema dureza. El eslovaco Richard Varga estableció las diferencias desde el principio del tramo de natación, consiguiendo una brecha de más de 18 segundos tras la primera de las dos vueltas. A continuación, el británico Jonathan Brownlee, Petzold, Gemmell, Vasiliev y Bryukhankov seguían su estela. Al final del sector, Varga y Brownlee se dirigían a la T1 en cabeza con una ventaja considerable.
El gallego Iván Raña fue el mejor español en este segmento, al concluir en 17º posición. Por detrás, Gómez Noya terminaba 21º, a más de 46 segundos de los líderes, y Mario Mola salía del agua en 25º lugar, un hecho que les obligaba a remontar posiciones.
El ferrolano dio el golpe de efecto en el tramo de los 40 kilómetros ciclistas para enlazar con el grupo de cabeza. El pelotón perseguidor, formado por el propio Gómez Noya, Raña, Gemmell, Bryukhankov y Fabian, entre otros, trabajó arduamente para ir recudiendo las distancias con los líderes, mientras la lluvia arreciaba en el circuito neozelandés.
Entrada la cuarta vuelta y tras un gran trabajo, el pelotón perseguidor dio caza a Brownlee y Varga para formar un grupo de unos 15 triatletas al frente de la competición. Al poco, el local Gemmell se escapó del resto y logró hacerse con una renta de 22 segundos; a falta de dos vueltas, el triatleta de Ordes también se zafaba del resto en busca del triatleta local.
Sin embargo, la prueba empezó a tomar forma en la carrera a pie, cuando Gómez Noya, Brownlee y Riederer remontaban hasta alcanzar al neozelandés, para a continuación disputarse las medallas entre ellos. Por detrás, Raña se mantenía en la lucha en los primeros puestos del grupo perseguidor.
Al final y tras un duelo titánico, Gómez Noya atacaba a falta de 200 metros en un emocionante sprint final, para cruzar la línea de meta en primera posición y proclamarse campeón de la Gran Final de Auckland. Mientras, Brownlee entraba en segundo lugar a escasos segundos del gallego, en tanto que el suizo Sven Reiderer se colgaba la medalla de bronce.