(Periodista digital)Habrá que ratificar la acusación a último término, pero según la revista ‘Interviú’, el magistrado Grande Marlaska ha ordenado embargar cuatro fincas situadas en Pollença, Mallorca, propiedad de una sociedad en Luxemburgo, detrás de la que se sospecha está el líder de Sociedad Civil y Democracia, el gallego Mario Conde.
1 de octubre de 2012. Registro de la Propiedad de Pollença. Son las diez de la mañana y hasta allí llega la orden del Juzgado Central de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional donde se pide el embargo de cuatro fincas situadas en esta localidad y cuya propiedad corresponde a una sociedad con sede social en Luxemburgo que atiende al nombre de Beteiligung SA.
Las fincas, señala Interviú en un reportaje titulado «Lo que Mario Conde escondía», forman una mansión junto a la playa en la zona de Çan Botana. Pero las pesquisas de la Audiencia no se quedan solo ahí.
La instrucción de Marlaska, apunta este medio, indica que el verdadero dueño es Mario Conde, condenado junto a otros dirigentes de Banesto a pagar 27 millones euros, cantidad de la que nunca se hizo responsable al alegar falta de patrimonio.
Este 8 de octubre de 2012, subrayan fuentes de la Audiencia, se ha dado «un paso muy importante, el primero que realmente va a hacer daño a Mario Conde en su bolsillo», si bien no llegarán a cubrir lo que el banquero debe pagar, remachan las mismas fuentes.
Precisamente la semana pasada, y coincidiendo con el inicio de campaña de las elecciones gallegas, el exbanquero condenado en 1997 por estafa y apropiación indebida, afirmaba que «Los políticos -en España- han perdido el respeto al dinero».
Hoy las encuestas le sitúan como el líder menos valorado en los comicios gallegos