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Un acusado de intento de homicidio por el atropello de un empleado de una gasolinera, tras el robo de un coche, ha negado todos los hechos que se le imputan, mientras que la víctima ha ratificado que el hombre lo hizo tras no pagar 50 euros que había repostado y después de que él le increpase su actitud cuando vio al coche de nuevo.
Sin poder concretar si el procesado, de Carballo, — para el que la defensa pide absolución frente a las peticiones de cárcel de Fiscalía–, aumentó o no la velocidad, ha dicho que solo recuerda que no pudo «esquivarlo».
EN FERROL
Por unos hechos que se remontan a febrero de 2020, el acusado se enfrenta a los delitos de intento de homicidio, de robo, un delito continuado de estafa y otro de conducción ilegal. Por ellos, además de multas, Fiscalía –no hay acusación particular ya que la víctima renunció a ella tras cobrar una indemnización del consorcio de seguros– pide nueve años y seis meses de prisión.
Según el escrito de calificación fiscal, en esa fecha el acusado quedó con otro hombre, creyendo este último que estaba interesado en la compra de un coche que tenía a la venta en páginas de Internet.
Tras concertar una cita en el polígono de A Gándara, en Ferrol, el procesado «fingiendo estar interesado en la adquisición» le pidió que le dejase probar el vehículo a lo que el propietario accedió. Sin embargo, cuando trató de subir al coche como copiloto, el acusado se marchó.
SIN PAGAR LA GASOLINA
Posteriormente, trató de repostar en una gasolinera de A Laracha, «sin intención de abonar» el importe de 50 euros que solicitó, pero no llegó a llenar el depósito al no saber como abrirlo y sospechar los empleados, que le exigieron primero el dinero. Sí lo logró en otra gasolinera de la que se fue sin pagar para luego marchar en dirección Carballo.
Sin embargo, al pasar de nuevo cerca de esta, el empleado increpó al acusado que frenó «bruscamente» y se dirigió al establecimiento. Allí, «lejos de esquivarlo o frenar el automóvil acelera el coche que conducía consciente de que era inevitable arrollar» a la víctima y conociendo, añade, que «podría acabar con su vida».
Luego, abandonó el lugar. Fruto del atropello, el empleado sufrió heridas que le han provocado que sea «dependiente para algunas actividades de la vida diaria».
En el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña, otro empleado de la gasolinera ha explicado que vio a su compañero «volar» al ser alcanzado por el coche. La víctima, por su parte, apuntó que los hechos se produjeron después de que le increpase al acusado el que no hubiese pagado por la gasolina repostada.
