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El presidente de los populares gallegos, Alberto Núñez Feijóo, dijo durante la convención sobre Política Social celebrada en la mañana de este sábado en Ferrol, que, mientras otras formaciones quieren demostrar su compromiso social con palabras vacías, el Partido Popular lo hace con “hechos, cifras y logros”.
Así, destacó que, hoy, Galicia tiene el Gobierno autonómico más social de la historia: 60.000 personas dependientes atendidas, cuatro veces más que en 2009; un 40% más de plazas públicas de residencia y el triple en centros de día que en 2009; 24.000 plazas de guardería, el doble que hace diez años; 4.400 personas con ayuda pública para pagar una escuela infantil, cuatro veces más que en el 2009; y más de 15 millones de euros ahorrados en deducciones fiscales por tener hijos, el doble que hace una década.
Por eso, para Feijóo, no es más social quien más veces lo dice, sino quien mejor garantiza la estabilidad del Estado de Bienestar, porque es lo que garantiza el estado de empleo.
DIEZ AÑOS DE SERIEDAD Y SOLVENCIA
Feijóo se refirió al uno de marzo, día en el que se cumplieron diez años de la victoria electoral del PPdeG, una fecha en la que “Galicia dijo basta a los cuentos para hablar de las cuentas” y para que volviera la seriedad y la solvencia; y en la que los ciudadanos exigieron un gobierno autonómico que le ofreciera soluciones en lugar de causarles problemas.
Para el líder del PPdeG, contar con la confianza de los gallegos es una gran responsabilidad, ya que es con esa responsabilidad, dijo, con la que un gobierno se centra en el crecimiento de la economía y trabaja para devolverle a Galicia el prestigio exterior y apuntalar el Estado de Bienestar. “Con responsabilidad superamos una crisis, consolidamos una recuperación y construiremos un futuro para todos”, indicó.
En este punto, aprovechó para recordar la herencia de destrucción de empleo y de presupuestos ficticios que el gobierno bipartito le dejó a Galicia. «Diez años después, nuestra comunidad pasó de destruir cada año 50.000 empleos a crear 20.000 nuevos al año, así como a crear más empleo femenino o a reducir el paro juvenil. Frente a irresponsabilidad de los malos políticos, está la dignidad de un pueblo que quiere estabilidad, certezas y futuro”, destacó Feijóo.
En este mismo sentido, se refirió, también, a la etapa de José Manuel Rey como alcalde: un Ferrol que funcionaba, estable, en el que se multiplicaban los proyectos y que peleaba por lo suyo en Santiago, en Madrid y en Bruselas. Por el contrario, destacó que la herencia de la Marea de Podemos, es una ciudad congelada, sin capacidad, sin ganas y sin ideas, sin rumbo y proyecto y que abandonó el naval a su suerte. “Solo quedan 90 días para que Ferrol diga alto y claro lo que quiere: prosperar, resurgir, crecimiento económico estable y empleo”, destacó Feijóo, quien dijo que José Manuel Rey fue el mejor alcalde en el peor momento.
UN GOBIERNO ELECTORALISTA
“Si el presidente del Gobierno, desde que lo es, no vino ninguna vez a Galicia, y el líder de la oposición, desde que lo es, está permanentemente en Galicia, a Galicia le interesa, sin duda, que Pablo Casado sea presidente del Gobierno”, destacó Feijóo.
Dijo que estamos en la recta final de un Gobierno “electoralista”, obsesionado en hacer campaña electoral en cada Consejo de Ministros, y de un presidente que solo tomó decisiones pensando nos sus intereses. Así, apuntó que el próximo 28 de abril habrá dos posibilidades: o que el PSOE, los populistas y los nacionalistas estén en el gobierno o que, por el contrario, se abra una nueva etapa para que un partido que ya estuvo gobernando España en los momentos mayores dificultades vuelva a liderarla.
Y es que, tal y como indicó, el presidente Rajoy dejó una herencia de crecimiento, estabilidad, unidad e igualdad entre españoles, que Pedro Sánchez deterioró para congraciarse con unos aliados que no creen en España. Apuntó que pasamos de una España que crecía, la un país que frenó en seco; de una España que creaba más de 7.600 puestos de trabajo al día, la otra que destruyó 200.000 en el mes de enero; de una España que funcionaba, con presupuestos aprobados y un gobierno sensato, la un Gobierno que lleva 10 meses bloqueado y la un presidente que quiere bloquear España otro año más.
