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El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao ha aprobado en la mañana de este jueves otorgar una concesión en favor del Concello de Ferrol de 6.078 metros cuadrados ubicados en zona de servicio de la institución, el 87,3 % de los mismos enterrados y los otros 771 en superficie. Se trata de los terrenos necesarios para ejecutar el proyecto de saneamiento de la ensenada de A Malata, el que resta para completar el programa de depuración integral de la ría.
La Xunta aporta 7, 115.000 euros
Los trabajos que se llevarán a cabo cuentan con un presupuesto 7.115.000 euros, que el Gobierno autonómico ya ha liberado. Ahora es el Concello de Ferrol el que debe poner el suelo a disposición de la Xunta, en virtud de un convenio suscrito con Augas de Galicia.
Básicamente, las obras consistirán en habilitar dos tanques de tormentas, uno en las inmediaciones de FIMO y otro cercano al Centro de Innovación y Servicios (CIS). También se dotará la zona de una estructura de regulación, que controlará el caudal procedente de la margen este de la ensenada de A Malata transportado por el colector general. Igualmente, el proyecto incluye la construcción de una red de colectores generales de saneamiento y su conexión con existente, amén de la remodelación del centro de bombeo en A Cabana.
Las condiciones de concesión determinan que los trabajos habrán de comenzar en el plazo máximo de un año, a contar desde este viernes, y que tendrán que finalizar, como muy tarde, 16 meses después de haber comenzado.
Esta actuación, según el Gobierno gallego, “facilitará a recuperación ambiental, implicará un incremento da competitividade económica e turística da zona e aumentará a calidade de vida dos veciños”. De acuerdo con sus cálculos, las infraestructuras planificadas darán servicio a unos 15.000 habitantes.
El acuerdo del consejo de administración cuenta con informes favorables de la Consellería de Medio Ambiente, fechado a 29 de enero de 2018; de la Capitanía Marítima de Ferrol, del 13 de marzo; de la Demarcación de Costas del Estado en Galicia, del 20 de marzo; y de la Consellería do Mar, del 23 de marzo. Este último impone a los responsables de las obras una serie de requisitos, como “realizar con carácter previo un control del sedimento y de la calidad de las aguas que existe en la actualidad en las proximidades de los puntos de vertido” y “evitar en la apertura de zanjas y en los acopios purulentos que, por las lluvias, el material pueda llegar al medio marino, bien instalando vallas de protección o cubriendo los materiales purulentos tanto en los acopios como en los transportes”
