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La concatedral de San Julián acogió en la tarde de este sábado el acto del pregón con el que se
anuncia la celebración de la Semana Santa Ferrolana. Francisco José de la Iglesia González -cofrade desde niño y con una trayectoria muy vinculada tanto a diferentes cofradías como a las agrupaciones musicales de la Semana Santa- fue el pregonero elegido este año, siguiendo la línea que se marcó la Junta de Cofradías y Hermandades de escoger a personas de la ciudad para hacer este llamamiento a la participación en la Semana Santa.
En el acto intervinieron, además del pregonero, el presidente de la Junta de Cofradías, César Carreño -que realizó un pequeño homenaje a Jesús Sueiras, ex delegado episcopal de la Cofradía de las Angustias, la que conmemora este año su 250º aniversario-; el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela; y el obispo, Luis Ángel de las Heras.
Un pregón muy ferrolano
El pregón de Francisco de la Iglesia fue, esencialmente, ferrolano. Por Ferrol empezó y finalizó y si bien destacó que la Semana Santa “es esa única semana en la que Ferrol se mira y se remira y se gusta y nos gustamos” dejó claro a lo largo de su intervención que todavía hay demasiados lamentos y poco orgullo en relación con la evolución de esta celebración a lo largo de los años.
En un pregón que entremezcló prosa y poesía, De la Iglesia repasó el papel de los principales protagonistas de la Semana Santa. Entre ellos aludió a las doce bandas con que cuenta la ciudad y se refirió especialmente a la decana, la del Tercio Norte, por la que pasaron nombres tan ilustres como Gregorio Baudot, Sarasate -padre del inolvidable violinista- o Bartolomé Pérez Casas, fundador de la Orquesta Nacional de España.
Aseguró que “la democracia nació debajo de un trono, donde no hay ricos ni pobres, ni siervos ni señores” y, en relación a los portadores, incidió en que “aunque la salud o la edad los aparten del banzo, un portador que lo es, lo es para siempre”.
El pregonero se confesó “un poco hastiado de oír ese soniquete” en relación con quienes añoran la Semana Santa “de antes” y con los diferentes puntos de vista entre los jóvenes que quieren aportar cosas nuevas y la reacción de “los que gozan de cierta experiencia”. “Cada una de nuestras celebraciones es hija de su tiempo y sus circunstancias, no se puede comparar ningún tiempo entre sí por las diferentes causas que concurren”, señaló.
A continuación, en un tono más divertido, resumió en una composición poética la trayectoria de la Semana Santa desde que Ferrol tenía “noventa y pico mil habitantes” hasta que llegó la democracia y se acabaron las reposiciones de Ben Hur, desaparecieron Rafael y Vicente y los pantalones de campana, llegó internet y los cambios políticos y “hubo que medirse/ y hablar de tradiciones/ porque en las instituciones hoy/ ya no venden las devociones”. En este rápido repaso no faltó el momento en el que “aquellas primeras mujeres tuvieron los redaños de abandonar mantillas y rosarios” para ser cofrades en pie de igualdad con los hombres, ni tampoco los hitos relacionados con la declaración de la Semana Santa como de interés turístico nacional e internacional, para concluir que “aquí quedamos cofrades para rato”.
Francisco de la Iglesia interpretó, en relación con la amalgama de tradiciones que se juntan en la Semana Santa ferrolana, que “va siendo hora de que nos sintamos orgullosos y sepamos sacarle partido a esta peculiaridad que supone tener algunas semanas mayores representadas o bosquejadas dentro de la nuestra” y, así, fue describiendo como se vive cada una de las jornadas en Ferrol a través de sus procesiones más características.
Para finalizar, animó a participar en una Semana Santa “que nos recuerda la gran urbe que fuimos, que somos y que seremos”.
