Un hijo del fallecido atropellado en Cedeira declara que hubo algún «encontronazo físico»

 


Un hijo de Juan José García Cheda que murió atropellado por Maximino Caruncho Pérez en Cedeira  ha declarado que el acusado, que se enfrenta a una pena de 21 años de cárcel por un delito de asesinato, llegó a tener algún «encontronazo físico» con su padre con anterioridad a los hechos.

Así lo ha manifestado en su declaración durante la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de A Coruña por el atropello mortal de un vecino con el que el acusado tenía una larga enemistad.

Por estos hechos, la Fiscalía reclama que sea condenado a 21 años de prisión, mientras que la acusación particular solicita 24. Ambas lo acusan de un delito de asesinato al considerar que el procesado arrolló a la víctima intencionadamente.

Este hijo del fallecido ha reconocido la mala relación entre acusado y víctima, quienes –según asegura– llegaron incluso a tener algún «encontronazo físico». Un hecho que también ha corroborado un abogado que trabajó para la víctima en alguno de los pleitos contra el acusado en relación a unos problemas de humedad derivados de una obra propiedad del procesado.

Este testigo ha relatado como en una ocasión vio como víctima y acusado se «estaban pegando». «Estaban enzarzados el uno contra el otro«, afirma.

HECHOS

El acusado, en la segunda sesión del juicio, alegó que la víctima se le «cruzó» en la carretera, negando así que el atropello fuese intencionado y subrayó que fue un «accidente casual».

Frente a esto, la Fiscalía entiende que el atropello fue «intencionado«, por lo que solicita una pena de 21 años de prisión para el hombre por un delito de asesinato.

Los hechos ocurrieron el 10 de agosto de 2012 en el paseo marítimo de Cedeira. La víctima caminaba por la zona sobre las 9,50 horas. El procesado se encontraba en el coche y lo vio pasar por la calzada en el mismo sentido de su marcha.

Entonces, según el escrito del Ministerio Público, «varió la trayectoria y le arrolló por la espalda sin que la víctima pudiese advertirlo ni hacer nada por evitarlo y sabiendo que con ello le ocasionaría la muerte o, cuando menos, que ésta sería la consecuencia más probable de su acción». El juicio se retomará este viernes.

 

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