Galicia Ártabra Digital Noticias de Ferrol y la comarca de Ferrolterra.
El gobierno local y el BNG de Ferrol han procedido al mediodía de este miércoles, al arriado de la bandera comunitaria que lucía en el frontal del Pazo Municipal de Ferrol -junto a las de Ferrol, Galicia y de España – en señal de rechazo las políticas de la Unión Europea y el reciente acuerdo con Turquía, que cierra las puertas de Europa a los refugiados.
La bandera fue retirada las 12:33 de este mediodía por el alcalde, Jorge Suárez, la primera teniente y portavoz socialista, Beatriz Sestayo, y los portavoces de FeC y BNG: Álvaro Montes e Iván Rivas.
Ferrol se une así al resto de ciudades que ya rebajaron o retiraron sus banderas de la UE, y muestra de manera pública y simbólica su rechazo al acuerdo entre la UE y Turquía, y rechaza la inhumana postura y la política comunitaria desde el comienzo de la crisis de los refugiados. Una Europa que cerró la puerta a millares de refugiados, contra la legalidad internacional e incumpliendo la Convención del Estatuto del Refugiado (Ginebra, 1951), y que agrava su sufrimiento.
RECHAZO DE CIUDADANOS
Por su parte la edil de Ciudadanos, Rodríguez Masafret señaló que no participó en el acto programado por el PSOE, FeC y BNG
Ciudadanos critican que se utilice el ayuntamiento de Ferrol con fines partidistas, fomentando el antieuropeísmo. «Es una falta de respeto. No hay que confundir lo que simboliza la bandera de la Unión Europea con las decisiones que tome el gobierno de Europa».
Sobre la situación de los refugiados sirios, C´s considera que «si se ratifica en el próximo consejo, se produciría un gran paso atrás en la construcción del proyecto Europeo. Los valores fundacionales de la UE no son otros que la dignidad y el respeto por los Derechos Humanos».
«Negociar con Turquía la entrada en la UE y el paquete de 6.000 millones de euros a pesar de su deriva autoritaria, sus continuas violaciones de los Derechos Humanos, en relación, por ejemplo, a la libertad de expresión y prensa, y su actuación controlada para presionar a la Unión utilizando la terrible situación de los refugiados no debe ser una moneda de cambio para desatender un problema con toda Europa».
