El primer nido localizado fue en Entrambosrríos, en Lamas. Pocos días después en el de Solposto, en Igrexafeita, para recientemente descubrirse otros dos en el Camino Arriba y en Bardaos. Estos nidos están en su primera fase de desarrollo, para que en las próximas semanas las colonias abandonen estos lugares de cría para trasladarse a un nuevo emplazamiento e iniciar el periodo de mayor actividad predadora de las avispas. Que se sepa, por el momento el único modo efectivo de luchar contra esta plaga es eliminar los nidos mediante personas expertas o relacionadas con la apicultura que sepan a lo que se enfrentan.
Con un aguijón de seis milímetros y un tamaño considerable, tratar de hacer frente a una de estas colonias de avispas no es algo que se deba tomar a broma. Los expertos que realizan esta labor se protegen el cuerpo y la vista, retirando los nidos de noche, cuando hay garantías de que toda la colonia está dentro y que, por lo tanto, no puede haber riesgo de que parte de ella quede fuera y vuelva a regenerarse en otro punto. Acabar con un nido a plena luz del día significa ayudar a diseminar el problema, ya que casi con toda totalidad habría tres, cuatro o más colonias de las que se tendría que actuar posteriormente.
En caso de encontrarnos con un nido de avispas, lo primero que se debe hacer es asegurarnos de que efectivamente son velutinas: entre 2 y 3 centímetros, cuerpo prácticamente negro con una banda amarilla-anaranjada más ancha en el final del abdomen y patas negras y amarillas. Posteriormente, llamar al 012, el teléfono habilitado por la Xunta para dar aviso, donde se derivará a los servicios que gestionan esta plaga.