Galicia Ártabra Digital Noticias de Ferrol y la comarca de Ferrolterra.
La visita del alcalde, Jorge Suárez, de la primera teniente alcalde, Beatriz Sestayo, y de las ediles de urbanismo, María Fernández Lemos, y de Patrimonio, Rosa Méndez , da pie para que el editorial de este viernes se lo podamos dedicar a la Cuesta de Mella y a los Jardines de san Francisco.
No hace muchos días en una rueda de prensa a la que asistí junto con otros compañeros de los medios de comunicación el alcalde en referencia a las obras en Cuesta de Mella-San Francisco indicó, más o menos, que continuarían porque estaban dentro del denominado Plan Urban y que después ya se vería lo que se haría… Sobre el famoso ascensor panorámico, del que ahora parece que nadie se acuerda y que fue utilizado durante la campaña electoral como algo “monstruoso”, creo recordar que se le dijo a Jorge Suárez “¿pero el ascensor solamente importa unas 30.000 mil euros, los famosos millón y pico de los que se estuvo hablando correspondían a toda la obra?”…y parece que se dio la callada por respuesta.
Y es que es verdad. Esa obra, junto con las del resto que se estuvieron haciendo en los últimos tiempos se abonan en un 80 por ciento con dinero de Europa, al concello le sale una auténtica ganga, es decir que , por ejemplo, ese ascensor que servirá para que las personas mayores, o impedidos no tengan que utilizar las escaleras desde Mella a San Francisco y subir directamente por algo que no tiene nada de panorámico, como también se le etiquetó, cuesta a los ferrolanos unos 6.000 euros. ¿Y para eso se uso tanta leña? Realmente el PP no supo, nunca, vender lo que hacía, y en parte así les fue.
¿A qué se va a destinar el bajo que ahora queda libre y que inicialmente sería un “centro de interpretación”? Pues nadie lo sabe. Los más “de izquierdas” nos hablan de un “museo en memoria de los represaliados”, uf.. ¡vuelven las dos Españas!. El alcalde dijo que se le dará un uso museístico y así se le podrá dar cabida a “un espacio expositivo que reivindique la memoria histórica, tenemos en la ciudad figuras que lucharon mucho contra la dictadura que hicieron un trabajo que muchas veces no fue reconocido, un trabajo social, un trabajo de reivindicación de la democracia” (sic).
Y vuelve el uf, porque muchos ferrolanos piensan que Ferrol no nació en el año 1936, y que antes de “esa lucha” han nacido o vivido en la ciudad figuras ilustres que hicieron grande a Ferrol, a Galicia y a España en los diversos campos de la política, de los social, de la Armada, de lo empresarial, de lo naval, de la Cultura…eso nos hace preguntar ¿Va a ser un museo únicamente para determinadas “castas”?
Los ferrolanos no aprendemos, parece que no se quiere pasar página de una vez.
En cuanto a San Francisco, ya estamos con el “dale que dale”. Hace tres años el Parador “Nacional” de Turismo estaba en el filo de la navaja y ya no digamos nada la plantilla de trabajadores.
El alcalde, José Manuel Rey, hay que reconocerlo, luchó por dos cosas, porque las puertas del Parador no se cerrasen y porque no hubiera traumas en la plantilla laboral.
¿A cambio? No se si de palabra o por escrito se llegó a un acuerdo tácito, el de poner a disposición del Parador para usos hosteleros una pequeña parcela de los nuevos jardines, para disfrute, eso si, de todos. Era una pequeña compensación a la Directora del Organismo para que mirara con buenos ojos al centro hotelero.
Y ahora…
El alcalde señala que “Está por decidir. Tenemos que revisar en Urbanismo cómo está esa concesión, si estaba por escrito, si no , a partir de ahí tomaremos la decisión”(sic)…otro uf.
¡Viva la defensa de los trabajadores y de un centro hotelero necesario en la ciudad!
Da la impresión, perdón por el simil, que aquí se empieza a rodar una nueva película de “¿Quo vadis?, hay que destruir todo lo anterior de Roma para hacer una nueva ciudad acorde a los gustos de Nerón. Y mientras Roma ardía, en un balcón de Palacio, Nerón contemplaba el grotesco y espeluznante espectáculo. Pulsando una lira entona su poema”O Roma feliz, o terrible deidad”, mientras Petronio y Séneca le miraban con desprecio.
Desde Ultramar
Pedro Sanz
