Unos 18.000 hogares gallegos con niños sufren carencia material severa

Un total de 18.000 hogares con menores de 18 años a su cargo sufren carencia material severa en Galicia, según el informe sobre la pobreza infantil en la comunidad presentado este martes 22, por la directora xeral de Familia, Amparo González.

En rueda de prensa, la responsable de Familia de la Xunta ha destacado que este documento servirá para elaborar la nueva estrategia de inclusión social del Gobierno gallego –para el periodo 2014-2020– e incluir en ella medidas que tengan la lucha contra la pobreza infantil como «elemento trasversal» y una de sus «prioridades».

La carencia material severa define una situación en la que una persona tiene por lo menos cuatro de las siguientes carencias: no puede permitirse vacaciones al menos una semana al año (1), no puede comer carne, pollo o pescado por lo menos cada dos días (2), no puede mantener la vivienda con una temperatura adecuada (3), no puede afrontar gastos imprevistos (4), tuvo atrasos en pagos relacionados con la vivienda principal (5), no puede tener coche (6), teléfono (7), televisor en color (8) o lavadora (9).

De acuerdo con el estudio, esta tasa se incrementa en el caso de los hogares con menores, al estar en un 4,1% para el conjunto de la población gallega (5,8% para el conjunto estatal y 9,9% para la Unión Europea de los 27) y ascender al 7,45% en el caso de hogares con niños a su cargo.

Por provincias, la carencia material severa de los hogares con menores se sitúa en el 8,16% en Ourense y en el 8,02% en Pontevedra, seguidas de Lugo (7,4%) y A Coruña (6,69%). Las áreas con más concentración de población en riesgo de carencia son la Costa da Morte, Barbanza-Noia, Caldas-O Salnés, Vigo y Pontevedra sur.

CARENCIA MATERIAL

La carencia material, en global, afecta a una persona que tiene carencia por lo menos en tres de los siguientes conceptos: no puede ir de vacaciones al menos una semana al año (1), comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días (2), mantener una temperatura adecuada en la vivienda (3), afrontar gastos imprevistos (4), tuvo atrasos en pagos de la vivienda principal (5), no puede tener coche (6) u ordenador personal (7).

En este caso, en Galicia, afecta al 21,12% de los hogares pontevedreses con menores, al 19,05% de los ourensanos, al 18,34% de los coruñeses y al 13,18% de los lugueses.

UN 26,02% EN TASA AROPE

El informe de la Xunta comienza constatando que en el periodo de crisis «se intensifica» el riesgo de pobreza en Galicia. No obstante, resalta que «pese a eso, los principales datos sobre riesgo de exclusión para Galicia son mejores que los del conjunto del Estado y convergen con las medias europeas».

Así, fija la tasa Arope –el principal indicador utilizado en el ámbito europeo– en el 26,02% para familias con niños en 2012, frente al 23,22 de 2011 (2,8 puntos más). Este dato, en el conjunto del Estado, sube hasta el 33,8%, mientras la UE de los 27 está en el 28% y baja al 25,6% en la zona euro.

El riesgo de pobreza infantil «se concentra en las grandes áreas urbanas», advierte. En términos absolutos, señala dicho panorama «especialmente» en las siete grandes ciudades y principales áreas de influencia.

«EL RURAL ESTÁ MEJOR»

«Del conjunto de información analizada se extrae que el rural está mejor», recoge, algo que atribuye a cuatro razones: una mayor presencia y apoyo de la familia extensa, el aporte de las economías de autoconsumo alimentario, una «considerable mayor proporción» de vivienda en propiedad sin hipoteca y la existencia de otros bienes patrimoniales.

Con todo, reconoce que «existen problemáticas clave en el rural relacionadas con cuestiones de accesibilidad y movilidad».

Ya en términos relativos, Lugo y A Coruña, subraya, «muestran mejores datos que Pontevedra y Ourense». Entre otras causas, considera que inciden unos ingresos medios «ligeramente superiores» en las provincias del norte y una proporción «ligeramente inferior» de hogares en situación de carencia.

Así, en cuanto a la tasa Arope, fija la mayor proporción de hogares con menores en riesgo de pobreza en el sur de Galicia, en las áreas de Caldas-O Salnés y Pontevedra sur (en Pontevedra), O Carballiño-O Ribeiro y Ourense sur (en Ourense) y Lugo sur.

DICOTOMÍA NORTE-SUR

A continuación, el documento refleja una «dicotomía norte-sur en España» entre las comunidades autónomas del norte y Madrid, que tienen una situación «más favorable» en lo que respecta a tasas de riesgo de pobreza y exclusión, y las del sur.

«En Galicia –apunta– existe una red de apoyo familiar y vecinal importante y más intensa que en otras comunidades». No obstante, indica que servicios sociales comunitarios muestran la necesidad de atender la cronificación de la pobreza y situaciones de riesgo en las que pueda prevenirse la transmisión intergeneracional.

DESIGUALDAD, DESEMPLEO, ALQUILER Y TIPO DE FAMILIA

Ya en otro apartado, el trabajo afirma que en Galicia hay «menor desigualdad de ingresos entre los hogares», aunque aprecia que la existencia de niños a cargo «supone un foco de desigualdad en relación a los hogares conformados solo por personas adultas».

El desempleo es interpretado como «la principal causa» del aumento del riesgo de pobreza infantil, pese a recoger que hubo un descenso de 1,3 puntos entre 2012 y 2013 de los menores que residen en hogares sin ocupados, algo que entiende que «habrá que constatar en los próximos años si obedece a razones puntuales o demográficas propias de Galicia».

El régimen de vivienda en alquiler «coincide», según el informe, con un perfil de riesgo de pobreza «más intenso». Es, así, la categoría con más peso específico entre las principales mediciones de riesgo de pobreza.

Por tipo de familia, el estudio observa una «vulnerabilidad superior» en monoporantales, que, con todo, representan el 8% de las familias con menores a cargo, frente al 69,4% de las parejas con menores.

ELABORACIÓN DEL ESTUDIO

El estudio fue realizado en el primer semestre de 2014 y sus conclusiones, según ha llamado la atención la directora xeral, serán tenidas en cuenta para elaborar la nueva estrategia de inclusión social de la comunidad, en un momento en el que se concede «prioridad» a los menores por su «especial desprotección».

Una primera parte del mismo constituye un diagnóstico de la situación a partir de datos, estadísticas y bibliografía; mientras la segunda se elaboró a partir de entrevistas con más de 40 profesionales y expertos.

MALNUTRICIÓN-DESNUTRICIÓN

Amparo González ha terminado apelando a que «no se puede confundir desnutrición con malnutrición» y, después, a preguntas de los medios, ha asegurado que, en el caso de lo primero, «no hay casos significativos» en Galicia, mientras que en malnutrición «pueden existir casos pero pueden ser de distintos tipos, incluso en familias que tienen recursos».

También cuestionada por los periodistas, ha señalado que «entró alguna –petición– más» de ayuntamientos por necesidades alimentarias en la última semana, después de las siete registradas la semana pasada. No obstante, el departamento «siempre cierra» los números relativos a estas solicitudes al término de la semana.

(Europa Press)