(EP).- Los ataques a la gestión realizada por el bipartito de PSdeG y BNG que gobernó Galicia entre 2005 y 2009 centraron la línea argumental del presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, en el último debate electoral que lo enfrentó al cartel nacionalista, Francisco Jorquera, quien buscó diferenciar su opción política de la de los socialistas postulándose como «presidente para liderar un cambio real».
Feijóo se valió de criticar la acción del bipartito en diversas materias para prevenir a los gallegos de lo que ocurriría si él no revalida la mayoría absoluta y se reedita esta fórmula de gobierno. Además, buscó evidenciar las diferencias políticas entre PSdeG y BNG en materias concretas como la política laboral e incluso alertó a los nacionalistas de que «el PSOE no los tomaba en serio».
No obstante, Jorquera, quien en el debate con Pachi Vázquez había establecido los límites para una coalición de gobierno en el soberanismo y un concierto fiscal, fue más allá en esta ocasión al proclamar que el BNG no reeditará el bipartito «en los mismos términos» que el de la anterior legislatura. Así, condicionó cualquier pacto a «un cambio de rumbo real» en las políticas públicas.
Un Jorquera que reivindicó su «voluntad inequívoca» de liderar el Gobierno, también cotraatacó intentando escenificar que el propio Feijóo estaría dispuesto a pactar si pierde la mayoría absoluta con opciones como la del exbanquero Mario Conde o la de UPyD, cuya líder, Rosa Díez, «insultó a Galicia». Además, recriminó que el PP busque «demonizar una fórmula que intentó hasta última hora en Asturias».
Feijóo también agitó, aunque de forma velada, el temor a una extensión a Galicia de la tensión soberanista, al acusar al BNG de repartir «carnés de buen y mal gallego» y lo contrapuso con que él gobierna «para todos los gallegos» y sin decir «lo que tienen que pensar». Así, reivindicó una Galicia «libre, bilingüe, plural y abierta».
Combate dialéctico
Frente al sosegado debate que el pasado martes había enfrentado a los candidatos socialista y nacionalista, en el cara a cara entre Feijóo y Jorquera no se vio el mismo guante blanco, aunque tampoco hubo tantas interrupciones como en la contienda dialéctica que protagonizaron Pachi Vázquez y el candidato a la reelección como presidente de la Xunta. Eso sí, Feijóo metió el dedo en la herida cuando se preguntó la razón por la cual «la gente se va del BNG».
En medio de una guerra de cifras sobre el paro, que incluyó gráficos a cargo de ambos dirigentes, Feijóo incidió en que los nacionalistas «apoyaron a los socialistas» en el Estado hasta que el bipartido dejó de gobernar en la Xunta. «A usted le preocupa que esté bien gestionado un equipo de fútbol, a mí Galicia», le espetó a su interlocutor en un momento del debate, después de que el candidato nacionalista comparase la deuda del Deportivo con la de Galicia.
Feijóo repitió el patrón de sus mensajes de campaña y se aferró a que Galicia es la comunidad «más solvente», extremo que intentó desacreditar su rival nacionalista alegando que «solvencia es tener capacidad para resolver el problema del paro» e instándole a ser «más humilde». En una estrategia similar a la del PSdeG, Jorquera identificó a Feijóo con el presidente del Gobierno al proclamar que votarlo «es lo mismo que votar por Rajoy».
Frente a las acusaciones de Jorquera de que Feijóo «no cree en el autogobierno porque no cree en Galicia», ya que «aspira a hacer carrera política en Madrid», el dirigente popular reivindicó que su vocación política está en Galicia. «No me preocupa Madrid, ya estuve», replicó y en otro momento recordó que retornó para ser vicepresidente con Manuel Fraga cuando el Prestige ya había ocurrido.
La lluvia, única nota que no estaba en el guión
Una fuerte lluvia marcó los minutos previos a la entrada de los candidatos en las instalaciones de la Compañía de Radio Televisión de Galicia, que llegaron cumpliendo el guión establecido y siguiendo la misma línea que en los días precedentes.
Así, según lo estipulado por la organización, el primero en llegar fue el actual presidente de la Xunta, quien fue recibido por el director xeral de la CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, a las puertas del edificio principal. También el alto directivo del ente público dio la bienvenida a Francisco Jorquera, a quien sonrió algo más la meteorología.
El encorsetado protocolo no varió con respecto a los demás días y se siguieron los mismos órdenes para los posados. Solo el candidato de turno con el director de la compañía, juntos los políticos junto a Sánchez Izquierdo; un tercer posado tras incorporarse la moderadora del debate, Marga Pazos; y una cuarta instantánea de los protagonistas del debate, que departieron en tono distendido, pero imperceptible para los presentes. Fue Jorquera quien, durante el bloque económico, desveló que la temática versó sobre fútbol.
Si no hubo sorpresas en el turno de posados, tampoco las hubo en la vestimenta. Feijóo siguió su mismo estilo con traje oscuro y corbata azul, mientras que Jorquera, que no usó corbata ninguno de los dos días, cambió el gris por el marrón.
Sin lugar a la improvisación, aunque sí para momentos distendidos como cuando Feijóo bromeó con que su corbata azul era muy similar pero no igual a la azul también de Sánchez Izquierdo; el guión se siguió a rajatabla en el tercer y último debate electoral de esta carrera hacia las urnas, a la que todavía le quedan nueve días de contienda, si bien ahora cada candidato lo hará en sus respectivas arenas electorales.