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El Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia rindió homenaje en A Coruña a los profesionales que cumplieron más de 25 años en la corporación, una veintena de colegiados que ejercen en las 4 provincias gallegas y con despachos de larga tradición en sus respectivas localidades.
En el mismo encuentro, también se hizo entrega de un diploma a los más de 30 titulados que ingresaron en el colegio durante la pandemia, que no pudieron recoger sus acreditaciones anteriormente debido a las restricciones impuestas para evitar la propagación del virus.
El acto se desarrolló tras el transcurso de la Junta de Gobierno del Colegio en la que estuvieron presentes el presidente de la corporación, Martín Bermúdez de la Puente González; Carmela Lavandeira Rábade, vicepresidenta primera; Antonio José Maigler Ropa, vicepresidente Segundo, Mª Teresa Suárez Agrasar, secretaria; Mª Teresa Ferreiro Castro; Tesorera, y los vocales Carmen Peleteiro Gallego, Teresa Teijeiro Fernández, Luis Iglesias Fernández y Juan Medina Rodríguez.
En un emocionante discurso, el presidente repasó las actividades desarrolladas por el colectivo a lo largo de 2021 y puso de manifiesto los objetivos del próximo ejercicio, entre los que cabe destacar seguir creciendo como corporación de derecho público que agrupa y representa a los administradores de fincas titulados; contribuir a la mejora y modernización de las comunidades de propietarios gallegas aprovechando todas las oportunidades que brindan las administraciones públicas con ayudas y subvenciones; informar y asesorar a los comuneros que llevan largo tiempo sin poder cerrar acuerdos importantes debido a la imposibilidad de celebrar reuniones y poner en valor la profesión del Administrador de Fincas colegiado, visibilizando y difundiendo su labor a través de todos los canales colegiales y medios de comunicación social.
Labor poco conocida, pero fundamental
La labor de los administradores de fincas es poco conocida para el público en general, si bien cada vez son más las obligaciones de las comunidades que suponen un reto y un incremento de trabajo constante para los administradores.
La gestión se basa en dos aspectos: Respecto a las comunidades (administración horizontal), entre sus tareas más destacadas están: la gestión contable de la comunidad, revisión de ingresos, gastos y de la cuenta comunitaria, confección y tramitación de impuestos, gestión de obras, resolución de conflictos, tramitación de seguros y siniestros, encargo y llevanza de las inspecciones obligatorias de las comunidades en los plazos establecidos en cada caso, gestión de obras y reparaciones.
Los administradores además tienen que tener conocimientos jurídicos sobre las subvenciones a las que se puede optar la comunidad en cada momento y de muchas otras cuestiones relacionadas con los edificios que administran y sus elementos.
Respecto a los alquileres (administración vertical), entre sus tareas destacadas están: alquiler de propiedades, redacción de contratos, revisión de cumplimiento de normativa, gestión de fianzas, administración integral de las propiedades, gestión de averías o reparaciones, gestión de suministros, tramitación de impuestos, en su caso, etc..
La importancia de colegiarse
Todo ello pone de relieve la importancia de la colegiación que garantiza la formación continuada con cursos y ponencias sobre asuntos importantes, novedades legislativas, subvenciones, jurisprudencia, impuestos, inspecciones obligatorias, reciclaje, comunicación, etc. y se presta apoyo a los administradores de fincas colegiados, además de asesoramiento jurídico y servicio online para ayuda en su actividad profesional. Cada colegiado cuenta además con un seguro de responsabilidad civil para mayor garantía de sus administrados.
