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La actividad en los dos astilleros que Navantia tiene en la Ría de Ferrol permanece paralizada este viernes por segundo día consecutivo. Al igual que este jueves, durante el inicio de una huelga de carácter indefinido convocada en solitario por el sindicato CIG en la industria auxiliar que opera en los centros de Ferrol y Fene, los trabajadores de las compañías han formado piquetes que han impedido el acceso a su puesto de trabajo tanto a los empleados de la empresa principal como de la industria auxiliar.
Así, solo se permite acceder al recinto industrial a todos aquellos que aparecen en un listado, propiciado por la propia Navantia, y que forman parte de los servicios mínimos decretados por la dirección de la empresa naval pública.
El responsable de CIG Industria, Vicente Vidal, ha asegurado ante la puerta principal del astillero que «la situación es idéntica a la de ayer (jueves)». «Está estancada, y no tenemos ninguna noticia ni por parte de la dirección de Navantia ni de la patronal, por lo que seguimos manteniendo el cierre de las puertas en los dos astilleros a la espera de algún tipo de contestación», ha abundado.
Vidal también ha rechazado las afirmaciones realizadas en las últimas horas por la dirección de Navantia en la Ría de Ferrol y la patronal, a través de sendos comunicados, al asegurar no entender «cómo por parar un día se pone el grito en el cielo y se asegurar que parece que es la muerte de Ferrolterra, cuando hace poco hicimos siete días de huelga, por el convenio provincial del metal, y no pasó nada». Vidal les ha querido trasladar a estas partes que «tiene en su mano acabar con esto, cuanto menos estemos aquí mejor, y recordar que esto es una lucha legítima por parte de los trabajadores de la industria auxiliar», ha señalado, para lanzar también un llamamiento a los otro sindicatos: «CC.OO., UGT y M.A.S. aun estáis a tiempo de sumaros y poneros del lado de los trabajadores en sus legítimas reivindicaciones».
COMUNICADOS
Por parte de la dirección de Navantia en la Ría de Ferrol se aseguró este jueves, durante la primera jornada de huelga, a través de un comunicado, que este paro «es una grave irresponsabilidad que puede tener consecuencias muy negativas sobre la ejecución de los programas en marcha», y que puede causar efectos «tanto sobre el futuro de Navantia como sobre el empleo actual y futuro».
Por su parte, también a través de un comunicado, la patronal de las auxiliares ha solicitado la finalización de esta huelga indefinida ya que estiman que en caso de mantenerse «llevará a corto plazo a la pérdida de más de 1.500 empleos y la quiebra de numerosas empresas, además de provocar una pérdida de competitividad que será irrecuperable».
