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El agente de la Guardia Civil detenido por haber disparado presuntamente quince veces contra una vivienda situada en la avenida Marqués de Figueroa, en el municipio de San Sadurniño cuando estaba ebrio fue presentado en la mañana de este lunes ante el juzgado de instrucción número 3, de guardia, de Ferrol y ha quedado en libertad debido a que la Fiscalía no ha solicitado la prisión provisional estando acusado por los supuestos delitos de amenazas graves con arma de fuego, daños y conducción alcohólica.
La Fiscalía no ha solicitado la prisión provisional, por lo que ha quedado en libertad, aunque de manera cautelar se le prohíbe la comunicación con las dos víctimas del suceso, un padre y su hijo, a los que tampoco podrá acercarse. La juez ha pasado oficio de los hechos a la Guardia Civil por si el instituto armado toma algún tipo de medida como la retirada del arma o la suspensión de empleo, dos elementos que la Justicia solo podría exigir en una condena, informan fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
A las seis de la mañana del domingo, tal y como ha informado Galicia Ártabra, el agente, que estaba fuera de servicio,con destino en el puesto de Ortigueira, se presentó ante un domicilio de San Sadurniño contra el que disparó en múltiples ocasiones contra la puerta y una ventana. Estaba en estado de embriaguez y su reacción fue motivada por un incidente anterior con un joven en las fiestas de Castro, en Narón, que creyó que era hijo de los moradores de la vivienda, aunque se equivocaba.
Los residentes en ese domicilio salieron a calmar al agente e intentaron que depusiese el arma y no hubo que lamentar daño personal alguno, abandonando el guardia civil el lugar, sin mas. Fue localizado tres horas después por compañeros del Cuerpo que lo trasladaron al Cuartel de la Comandancia de Ferrol en donde pasó la noche hasta que en la mañana de este lunes fue puesto a disposición del juzgado de guardia.
