Interesante drama sobre la emigración africana, en el Pazo da Cultura de Narón

Tras el éxito de público cosechado en su estreno en las Islas Canarias llega este sábado, día 25 , al Pazo da Cultura de Narón en una única función prevista a las 20.00 horas. el drama «Me llamo Suleimán», a cargo de «Unahoramenosproducciones» Las entradas  se pueden adquirir al precio de 9,50 euros para el público en general y de 6,65 euros para abonados, carnet joven o de estudiante y desempleados.

Dirigida por Mario Vega e interpretada por la actriz lanzaroteña Marta Viera, la obra, que se inspira en la novela del mismo nombre escrita por Antonio Lozano, narra la inquietante peripecia del adolescente Suleimán Keita, un joven de apenas 16 años, que se ve obligado a realizar un complejo y dramático viaje desde las costas de Mali a las de Canarias en patera.

El montaje posee una importante pirotecnia visual, ya que se apoya en múltiples animaciones que continuamente llenan la escena, formando parte consustancial no sólo de la escenografía del mismo, sino del propio desarrollo narrativo de esta pieza desgarradora que apela a los sentimientos más vitales del espectador. Esta adaptación teatral cuenta con música del reconocido artista africano Salif Keita.

En la crítica publicada por Fabio García se señala que su protagonista, Marta Viera, «demuestra una versatilidad casi proteica, al metamorfosearse continuamente de policía a adolescente maliense y viceversa. Lo fundamental de ‘Me llamo Suleimán» es que consigue que ya no haya un tú o un yo, sino que todo se transforme en nosotros».

También el periodista Vicente Llorca escribía que esta obra que dirige Mario Vega cuenta «la historia de un inmigrante con toda su crudeza. «Me llamo Suleimán» es una deliciosa novela y ahora, también, una magnífica e innovadora obra de teatro, con una espectacular puesta en escena, con derroche de expresividad, musicalidad y virtuosa animación, que habla a las claras de la pujanza de nuestros creadores».

El escritor Antonio Lozano, autor de la novela que Mario Vega ha llevado ahora al teatro, asegura que el mensaje que trasmite esta obra, más allá de su obvio espíritu de denuncia del tráfico humano y la idílica búsqueda de la prosperidad en el idealizado edén de Europa, «se centra en la idea de que el emigrante es ante todo un ser humano único e irrepetible, que acomete una empresa heroica y generosa, puesto que la finalidad es la de salvar a los suyos aún a riesgo de perder su vida –tal como hicieron nuestros abuelos o bisabuelos en Canarias- y que su acción merece al menos que nos detengamos en hacernos preguntas sobre los motivos que lo mueven a emprender esa aventura».