Galicia Ártabra Digital Noticias de Ferrol y la comarca de Ferrolterra.
Javier Pereira Beceiro
La Organización Mundial de la Salud ha elegido el miércoles, día 21 de septiembre, para dar visibilidad y sensibilizar a la población de uno de los problemas de salud más terribles de las sociedades avanzadas, como es la enfermedad de Alzheimer, y miles de ciudades en todo el mundo han amanecido con numerosos actos, conferencias, conciertos, pancartas y mesas informativas para recordar al mundo la importancia de envejecer dignamente y con independencia.
Ferrolterra no ha sido una excepción, y AFAL Ferrolterra ha colocado varias mesas informativas en nuestra ciudad, apoyadas por socios y voluntarios, con el fin de explicar la importancia de esta enfermedad y su diagnóstico precoz, ya que es una de las enfermedades que causa más
discapacidad y dependencia entre las personas mayores.
En la colocada en la plaza de España se podía ver a los voluntarios, siempre con una sonrisa y una amabilidad exquisita, como explicaban con gran detenimiento a los transeúntes distintos aspectos de esta enfermedad, ayudando a visibilizar un problema de salud cada vez más importantes en sociedades que tienden al envejecimiento poblacional como la gallega.
Gran labor la de esta Asociación, entregada al cuidado de personas afectas por Alzheimer y sus familiares, apoyando la realización de diferentes actividades fomentando el envejecimiento activo, así como talleres de memoria y musicoterapia entre otras actividades.
La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia, alrededor del 70% de los casos, y, contrariamente a lo que piensa mucha gente, debemos saber que la demencia no es una causa inevitable del envejecimiento.
Cursa con deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Su incidencia estáaumentando muy rápidamente, estimándose que la padecen cerca del 8% de las personas mayores de 60 años, unos 60 millones de personas en todo el mundo. Y supone unos gastos extraordinarios médicos y sociales, tanto directos como indirectos, alrededor del 1.4% del PIB de los países desarrollados como España.
Su tratamiento precoz tanto farmacológico como rehabilitador es fundamental para enlentecer su evolución y favorecer que las personas puedan ser independientes la mayor parte del tiempo posible, lo cual se manifiesta en una mayor esperanza y sobre todo calidad de vida.
