Galicia Ártabra Digital Noticias de Ferrol y la comarca de Ferrolterra.
El miedo en sus diferentes manifestación y acepciones es la principal causa por la que las mujeres, y de una manera muy especial las que viven en el rural por sus condiciones socioeconómicas, no denuncian o huyen de un entorno de violencia machista. Esta fue una de las conclusiones extraídas de la mesa redonda que, organizada por el Foro Ferrol Vivo, se celebró en la mañana de este domingo en la biblioteca Germán Castro del local social de Esmelle.
La iniciativa, que contó con la colaboración y participación de la Asociación de Mujeres Rurales de Esmelle, también puso de manifiesto la necesidad de dedicar los principales recursos a la educación desde la infancia –en familias y centros de enseñanza- y çon la formación de todos y cada uno de los estamentos, instituciones y espacios vinculados con la potencial violencia machista (centros de salud, CIM, juzgados, escuelas, etc.). Como subrayaron las ponentes, una educación en igualdad es fundamental para poder erradicar algún día a violencia contra las mujeres.
En esta mesa participaron la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) de Galicia, Rosa Arcos; la médica de familia del centro de salud de Santa Cruz (Oleiros) y experta en violencia machista, Carmen Acuña; y la psicóloga clínica de la Unidad de Salud Mental de Noia, Irene Martínez. El debate fue conducido por Rosa Ramos, abogada del turno de violencia del Juzgado de Ferrol e integrante del Foro Ferrol Vivo.
Rosa Arcos presentó una encuesta realizada estos meses, la un total de 1.921 personas, la mayoría mujeres, con un perfil mayoritario de mujer de aldea, residente en la provincia de A Coruña y entre 25-45 años. Algunos de los datos más relevantes fueron que casi un 62% de las encuestadas considera que en la localidad en la que residen no hay entidad o instituciones que asesore, ayude o actúe contra la violencia machista; el mantenimiento, por los datos, de que “somos trabajadoras de la justificación de la violencia de género”.
La psicóloga Irene Martínez señaló que a pesar de que “cualquier mujer puede verse en una situación” de violencia, la mayor desigualdad y el mayor silencio por el miedo deriban en un mayor nivel de violencia machista. La situación de las mujeres víctimas en su entorno –sobre todo cuando éste es rural, que tiene una diferenciación de roles muy pronunciada-, o las razones por las que no dan el paso de denunciar o abandonar al agresor fueron otros de los temas tratados por Martínez, que finalizó apostando por la educación y por emplear ese sentimiento de pertenencia tan arraigado en el rural en la ayuda a la mujer que está siendo objeto de violencia.
Para Carmen Acuña, los centros de salud pueden ser una herramienta clave para ayudar a las mujeres víctimas, que no se atreverían a acudir a la Guardia Civil o la un CIM a denunciar, pero sí la un espacio similar. Acuña afirmó que. Precisamente por el miedo, el habitual sigue siendo que las mujeres víctimas no llegan advirtiendo de su situación, sino que piden cita porque “le duele la cabeza o no pueden dormir” –extremo del que también habló la psicóloga y por lo que, afirmó, en muchos casos estas mujeres acaban recibiendo medicación para estas dolencias o ansiolíticos que mejoran su estado pero no la situación en la que se encuentran-. Además, advirtió de la “violencia tolerada” que puede derivar en una enfermedad crónica para las mujeres, y apostó por incluir la situación en la historia clínica, “igual que se incluye que fumas o no”.
El Foro Ferrol Vivo, a través de su portavoz, Eva Martínez, agradeció la participación de las ponentes, la colaboración de la Asociación de Mujeres Rurales de Esmelle –citando a su presidenta, Mariví Fernández Beceiro-, al tiempo que informó que el contenido de estas jornadas será convertido en una publicación que se entregará a las dos entidades rurales del municipio –Esmelle y Doniños-, así como al Ayuntamiento.
