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Miguel Fernández se ha convertido en la tarde de este martes en el nuevo alcalde de Lugo, el tercero en dos años, durante el pleno extraordinario en el que también entró a formar parte del nuevo Gobierno local Waldir Sinisterra Restrepo, compañero de profesión y amigo de la alcaldesa Paula Alvarellos.
El que ya es nuevo mandatario de la ciudad ha estado acompañado de familiares, amigos, trabajadores del Concello y compañeros de partido, como parte de un nutrido grupo de personas del que formaban parte numerosas autoridades.
Tal y como se esperaba después del acuerdo alcanzado la pasada semana entre los concejales del grupo municipal, Fernández ha logrado el apoyo de los otros siete concejales de su partido y también de los cinco nacionalistas, socios de Gobierno desde el inicio de esta legislatura. Por su parte, los populares, encabezados por Elena Candia, han declinado «en señal de profundo respeto» presentar candidato a la elección y han votado en blanco.
La toma de posesión ha vuelto a ser un acto multitudinario, como lo fue la anterior, en 2024, cuando Paula Alvarellos recibió el bastón de mando de manos de Lara Méndez. No han faltado las referencias a la alcaldesa fallecida y de hecho, se guardó un minuto de silencio al inicio de la sesión.
Entre las personalidades asistentes estuvieron el delegado del Gobierno, Pedro Blanco; el presidente de la Diputación Provincial, José Tomé, el delegado de la Xunta, Javier Arias; la subdelegada, Isabel Rodríguez; el presidente del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro; el rector de la USC, Antonio López; así como el subdelegado de Defensa, el vicesecretario de la Fegamp, mandos de los cuerpos de seguridad, diputados provinciales y alcaldes socialistas como los de Ribeira de Piquín, Castroverde, Láncara, Meira o Guitiriz, entre otros.
También han asistido familiares y amigos del nuevo alcalde, así como los jefes de servicio de los distintos departamentos del Concello. Destacó la presencia de los dos últimos alcaldes de la ciudad, José Orozco y Lara Méndez, acompañados por antiguos concejales.
RECUERDO A PAULA ALVARELLOS
Miguel Fernández ha aceptado el bastón de mando de manos del nacionalista Rubén Arroxo, alcalde accidental de la ciudad desde el pasado 1 de marzo, tras la votación, y en sus primeras palabras como mandatario ha tenido un recuerdo especial para Paula Alvarellos, recordando la «impronta que dejó en la ciudad en tan poco tiempo«. Ha agradecido «el legado» que deja y subrayó un «compromiso firme» de trabajar por la ciudad.
Las primeras citas de agradecimiento del nuevo alcalde fueron para todos los compañeros de corporación, en especial para los del Partido Popular, «que estuvieron siempre con nosotros y que compartieron nuestro dolor, así como ahora han votado de esta forma tan respetuosa».
También ha recordado Fernández su llegada a la política municipal, de la mano de José López Orozco, y su paso por el Gobierno de Lara Méndez «que confió en mí y me dio más responsabilidad«. Así mismo, ha tenido palabras de cariño para Gómez Besteiro y José Tomé «por su cariño y trato amable«, haciendo especial hincapié en sus compañeros en el equipo de gobierno, «un grupo unido y comprometido» a los que ha agradecido su apoyo.
Miguel Fernández se ha comprometido a hacer suyos los proyectos ya encaminados «en un firme compromiso de trabajar por la ciudad» con el objetivo de continuidad a los planes de Alvarellos. Ha asegurado que su mandato se caracterizará por mantener un carácter «dialogante, moderado y conciliador, en busca siempre del consenso«.
Las primeras promesas de cara a los ciudadanos son el final «a la mayor brevedad posible» de las obras en el centro de la ciudad, la modernización de los barrios y las parroquias y construir un rural competitivo e innovador, sin dejar de lado los servicios sociales, la educación y la sanidad, «reclamando a las administraciones, sean del color que sean, que cumplan con Lugo, pero siempre fuera de la crispación».
También ha abierto las puertas al diálogo a vecinos, asociaciones y colectivos «para avanzar en la integración de todos y que Lugo sea un lugar de oportunidades y una ciudad más justa».
Para concluir su primera intervención como alcalde, ha compartido una cita del periodista Herber Caen: «Una ciudad no se mide por su longitud y anchura, sino por la amplitud de su visión y altura de sueños. Os invito a todos a soñar con un Lugo mejor».
NUEVO GOBIERNO
Junto a su nuevo cargo, el nuevo alcalde ha firmado también el primer decreto de organización, que ya anunció que será «transitorio» para que se pueda comenzar a trabajar de nuevo desde el propio miércoles, cuando está prevista su primera Xunta de Goberno Local.
En este primer momento, Fernández continúa con el reparto de responsabilidades heredado del Gobierno de Alvarellos, manteniendo él mismo el área de Medio Ambiente, que era la que gestionaba, además de las funciones de alcalde.
Miguel Fernández deberá diseñar en breve un nuevo reparto de áreas, así como tomar decisiones sobre el personal de confianza y grupo de asesores, ya que estos son nombrados y escogidos por cada alcalde y cesan cuando lo hace el mandatario.
