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El diputado del Grupo Popular Diego Calvo acusó este martes al BNG de «fomentar y aplaudir» el cierre de la central térmica de Endesa, en As Pontes, para reclamar ahora soluciones a la Xunta de Galicia en algo que nada tiene que ver con sus competencias y que supondría una carga económica para los gallegos en cuestiones que debe asumir el Gobierno Central.
Lo hizo en respuesta a una moción en la que los nacionalistas pretendían instar a la Xunta a conceder ayudas para la jubilación o formación del personal ahora en riesgo de desempleo y obviando que se la mina está inoperativa «es consecuencia de una nefasta y desordenada política de transición energética» aplicada por los socialistas sin medir las consecuencias.
En su intervención, Calvo hizo hincapié en el compromiso de la Xunta con la situación de As Pontes, como demuestra que esté presente en el Polo para la Transformación de Galicia y en otros proyectos de la candidatura gallega a los fondos europeos Next Generation para impulsar la reindustrialización de la zona.
Del mismo modo, recordó que el Pacto de Estado por Ferrol incluye completar la dotación de suelo industrial en Penapurreira y Tesouro o la creación de una oficina de reindustralización y de un centro logístico en la villa. «La diferencia del BNG, que solo torpedea la actividad industrial en Galicia a su antojo, la Xunta ha presentado una alternativa para As Pontes a través del uso de biocombustibles, acompañada de informes que corroboran la viabilidad técnica, ambiental y económica de la reconversión de la central térmica en una planta 100% renovable» explicó Diego Calvo, que insistió en el «presupuesto realista» con que trabaja la Xunta, que supondría una inversión de 30 millones de euros, una prima del Gobierno de 30 €/ MWh, y un plazo de ejecución que podría comenzar en enero del próximo año.
SIN CAMBIOS EN LA POSTURA DEL PARTIDO POPULAR
Para el diputado popular, la pretensión del BNG de que los gallegos «asuman las consecuencias de los errores del Gobierno» es algo muy difícil de entender, pues tanto la Xunta como el Grupo Parlamentario Popular siempre defendieron la continuidad de la empresa. «Ya no engañan a nadie, porque ustedes no están hablando de empleo, ni de personas, ni de subsistencia… solo vienen al Parlamento a intentar lavar su conciencia» criticó Diego Calvo, que ironizó sobre la propuesta del BNG de crear planes de jubilación olvidando la lucha por el mantenimiento de la actividad industrial.
El popular animó también a los que se pusieron detrás de la pancarta «Galicia, un futuro sin carbón», a explicar las consecuencias de sus políticas y sus acciones, a los trabajadores de las auxiliares, a los transportistas del carbón, a los trabajadores del puerto de Ferrol o a los comerciantes.
«También les pueden explicar por que votaron en contra de la Axenda Galicia, que incluía la demanda de medidas efectivas para garantizar una transición ecológica justa que hubiese evitado el cierre acelerado de la central térmica de As Pontes y buscar una alternativa industrial al cierre de Meirama» añadió, al tiempo que criticó a «cada vez más habitual» forma de actuar del BNG, «que causa problemas de muy difícil solución para luego ponerse detrás de las pancartas exigiendo a la Xunta acciones que saben muy bien que no son de su competencia»
